30 de octubre de 2010

ENTRE GUITARRAS, BRUJAS Y PROFESORAS

Nuevamente llegamos a esta época del año en que se mezclan dos festividades muy queridas por distintos grupos de población, por un lado, para deleite de los niños y jóvenes: Halloween y por otro lado, para los mas adultos tienen el Día de la Canción  Criolla. Quienes me conocen saben perfectamente que no salgo a festejar ninguna de las anteriores festividades, de hecho tengo cierto recelo a las reuniones sociales, pero eso no me excluye de comentarles algo.

El día jueves, que es el último día de la semana que trabajo en el colegio, a las profesoras de primaria e inicial no se les ocurrió mejor idea que organizar una fiesta de Halloween para el día viernes en todo el colegio, sin duda la noticia llamó mi atención y como simple observador sociológico que soy no dije nada en todo el día. Las profesoras, cual fiesta patronal o santoral, se movían de arriba hacia abajo, haciendo los preparativos para que "todo salga bien". Me tocaban las últimas horas en el aula de 3° "A" de secundaria, ese día les estaba pasando un vídeo a los muchachos, y las profesoras de primaria, para ver si ya había terminado mi clase, enviaron a uno de sus niños a ver su había concluido, lo que me molestó, ya que no les costaba nada acercase y preguntármelo personalmente; en fin les agradezco el gesto de no hablar conmigo.

A la hora de salida me informaron de qué se trataba la cuestión, era para organizar la fiesta de Halloween, a lo que le comenté a la secretaria (que por cierto es familiar de una de las profesoras de primaria), que si bien es cierto que los alumnos de secundaria ya estaban "alienados" con esa idea de los disfraces, a los pequeños de inicial y primaria deberían de hacerles hacer una fiesta criolla para de esta manera incentivar ese sentimiento de peruanidad que tanto nos hace falta, obviamente no encontré respuesta afirmativa por parte de las autoridades del colegio, solo de algunos profesores que estaban cerca de la oficina donde me encontraba conversando. Luego de lo cual me retiré a mi domicilio.

Cada uno puede festejar lo que mejor le parezca y personalmente no soy un nacionalista ferviente ni afiebrado, pro el contrario creo en la libertad de la persona para que haga lo que mejor crea, siempre y cundo no perjudique a los demás; pero no podemos exigir identidad, respeto y civismo, si no comenzamos a querer y a respetar lo nuestro...y esa labor comienza en la educación primaria.

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