29 de abril de 2012

ENTREVISTA A GONZALO PORTOCARRERO


Gonzalo Portocarrero, doctor en Sociología, profesor principal de la facultad de Ciencias Sociales de la Pontificia Universidad Católica del Perú (PUCP) y columnista de El Comercio acaba de publicar “Profestas del Odio. Raíces culturales y líderes de Sendero Luminoso”. En el libro, estudia con lupa el momento del choque del dogmatismo marxista con un sociedad enclaustrada en las estructuras de abuso colonial, que dio pie a Abimael Guzmán para erigirse como el falso mesías de la violencia liberador de los oprimidos. Con Portocarrero, analizamos el momento actual de Sendero en la sociedad.

Abimael Guzmán se construyó como una figura política y mística para sus seguidores. ¿Cómo una figura criminal y subversiva consigue apoyo en algunos sectores?
El puente entre Sendero Luminoso (SL) y el mundo campesino fue construido por los estudiantes universitarios que se politizaron en la Universidad de Huamanga. Eran muy sensibles al maltrato, a la servidumbre que entonces reinaba en Ayacucho. Presentaron, entonces, al campesino a una serie de obras de teatro, por ejemplo, donde se le mostraba como un ser inocente, bueno, engañado, que debía abrir los ojos para ver que la miseria donde vivía era la ganancia de otros. Eso tuvo efectividad. Abimael era una persona de terno y corbata que no le gustaba ensuciarse los zapatos, no era un orador de plazas, era un profesor de aulas. Muy distinto al Abimael imaginado por sus seguidores, que lo ven como un redentor.

La construcción del Abimael imaginado responde a necesidades muy profundas de un mudo social que despierta con sed de justicia y necesidad de reconocimiento. Y toma una impronta muy radical.

Esa falta sistemática de reconocimiento en los sucesivos gobiernos: la escasa mirada hacia la sierra y la selva. A la par, fenómenos en el extranjero…
Toda esta ola mesiánica que sacude al mundo en los cincuentas y sesentas, la revolución cubana, Mayo del 68’, la revolución cultural china. Apareció la posibilidad de un cambio cultural y social a través de una revolución. Marcaba resurgir del marxismo. Los sesentas son el último gran momento en que esta profecía adquiere presencia en el mundo. En Alemania, surge el Ejército Rojo, en Italia, las Brigada Rojas. Pero en Latinoamérica, en donde cala en el mundo popular es en el Perú. Donde ese mensaje de redención intramundana, esa promesa de liberación encontró eco en masas que estaban sujetas a una situación de exclusión y servidumbre. Lo global, la promesa marxista, se articula con lo peruano que es la persistencia de la servidumbre para formar este coctel explosivo que es Sendero Luminoso.

Con la violencia como discurso. ¿Sigue siendo parte del discurso de los remanentes de SL y de Movadef?
El discurso de la violencia tuvo gran importancia para SL en términos de que para Abimael todo lo violento implicaba desencadenar las contradicciones, acelerar los cambios. Entonces, las metáforas eran sobre la violencia como parte de la historia, la locomotora de la historia. Ante cada situación álgida hay que radicalizar la violencia, creía Guzmán, pensando que así mostraba el carácter genocida del enemigo (el Estado) como avances de la guerra popular.

Pero esto ha dejado de ser parte del discurso de la izquierda. Y nuestra época está más bien dominada por la emoción del miedo. Antes ni siquiera había cercos eléctricos o muros, entre las casas había una relación de confianza. Ahora las casas están rodeadas de cercos eléctricos, huachimanes, hay un miedo al otro, al diferente que nos puede agredir. Es la idea que constantemente se nos recuerda y que tiene una base real. Entre el SL que apostaba a la violencia y lo que queda de él hay grandes diferencias. No creo que se pueda decir que el SL sea terrorista en el sentido de un empleo sistemático de la violencia. No es que rehúyen a usar la violencia, pero no tratan de forzar a los campesinos a adoptar sus posiciones como fue en los 80. Habría que hablar de narcosenderismo más que de narcoterrorismo. El terrorismo esta como posibilidad pero no está por delante como ocurría en los 80. SL hoy es un movimiento que trata de ganarse la buena voluntad de la población sin forzarla y protegiéndola. A cambio, pide protección y también apoyo de las comunidades, para ser una banda de protección de los narcotraficantes.

¿Cuánto de ideológico les queda?
Es difícil decirlo. No creo que haya una aspiración política de tomar el poder. Hay un intento de mantener ciertos espacios, lograr publicidad pero sin que haya una estrategia como la hubo en los ochentas. Son situaciones muy distintas. El SL de ese entonces nació en el sistema educativo en la universidad pública de provincias, de colegios medios de comunidad, y estaba formado por una clase media con aspiraciones culturales que tenía cierta sed de de justicia que luego se corrompe en una suerte de gusto por la violencia. El SL del VRAE hoy es muchísimo más popular y menos orientado por la educación y cultura, quizás más pragmático y mucho menos científico.

Se radicalizaba la violencia y la cúpula senderista procuraba que en la opinión pública se insertara la idea de que SL estaba cercano al triunfo. 
Ahora el miedo en la sociedad peruana está más referido al tema de la delincuencia que al tema de una insurrección política. El miedo ahora es más difuso, antes estaba encarnado en Sendero. Ellos tuvieron éxito entre jóvenes universitarios, donde logró su columna vertebral militante. Apeló a sentimientos religiosos con ellos y su discurso político tenía ese trasfondo. Era una invitación a la inmolación, al sacrificio, si se trataba de estudiantes indignados contra las diferencias.

Ese discurso ya se ha desvanecido. Lo que tenemos hoy es una juventud más orientada por el hedonismo, el culto al placer, más que por la postergación de sí mismo en la idea de sacrificio. Ha habido con el neoliberalismo y el cambio cultural una restructuración de las subjetividades contemporáneas sin espacio para figuras heroicas. Más bien hay desconfianza hacia el héroe, todos ellos levantan sospechas y no despiertan entusiasmos.

Ello no quita que ver a representantes (y jóvenes) de Movadef incluso en Chile pidiendo amnistía para mandos senderistas aún indigne a la población mayoritariamente. El tema es aún sensible.
Entre el Movadef y el narcosenderismo en el VRAE no hay mayor relación. El Movadef pide la amnistía de Abimael Guzmán y parece increíble que un criminal como él pueda aún tener seguidores tan fieles y algunos jóvenes que pidan su libertad, que no merece por el daño hecho al país. Pero en el otro extremo (el senderismo en el VRAE) la gente obedece a una lógica muy distinta. El país rechaza unánimemente el terrorismo pero en ello hay cosas poco claras. Por ejemplo, se rechaza a SL pero no a la violencia del Estado para combatirlo. Está probado que en la Operación Chavín de Huántar hubo al menos un asesinato de un emerretista. Las pruebas son abundantes, está el peritaje al cráneo, el testigo japonés, dos policías peruanos, pero eso se niega. La sociedad peruana parece no tomar conciencia sobre de dónde viene la violencia. No solo ha venido del dogmatismo de SL sino también del propio Estado que tiene que ver con ideologías trasnochadas que tienen que ver con la defensa nacional y sobre las cuales está la idea de que la vida del otro no vale nada. Por ejemplo, los escuadrones de la muerte que habrían sido formados por policías en Trujillo, que mataron a más de cuarenta presuntos criminales y que tuvo el apoyo popular. Eso es terrorismo, pero la sociedad no los nombra como tal.

¿Desde dónde se debe librar la lucha contra SL en el VRAE entonces?
Se debe trabajar con la inteligencia policial sobre los líderes de la cúpula del movimiento. Y, de otro lado, se debe ejecutar la acción social sobre las bases posibles que puedan simpatizar con el senderismo, pues este puede constituir una alternativa frente a la ausencia del Estado o a su represión, en el caso de los sembríos de coca. Ese puente debe ser cortado.

Por: HANS HUERTO AMADO

27 de abril de 2012

LA IMBECILIDAD DEL FACTOR HUMANO

Desde los inicios de la revolución industrial, varios de los primeros obreros, que vieron su situación social mermada por la aparición y uso de las máquinas, pensaron que dichas máquinas eran las causantes de su terrible situación, tanta fue la falta de discernimiento y unión de clase que incluso llegaron a la destrucción de las máquinas, pensando que de esta manera ya estaría todo solucionado. Pasó algún tiempo para que el proletariado se diera cuenta de que el real responsable de su pobreza era la clase burguesa.

Salvando las distancias temporales e intelectuales, comparto mi experiencia personal. Hace una semana, convencido por un amigo de comprarme un nuevo celular (con RPM, Internet, etc.) y de cambiar mi plan a uno mucho mejor, acepte tal propuesta, con la única condición de conservar mi mismo número, ya que varios de mis amigos y contactos personales y profesionales conocen mi numero (porque ha sido el que siempre he tenido). Grande fue mi sorpresa, inicial, al recibir el equipo (muy bueno) pero me dijeron que el "enroque" (entiendase, proceso por el cual te asignan tu mismo numero al nuevo chip) no estaría hasta dentro de un día. Con la paciencia que, lamentablemente, en estos casos me caracteriza, esperé las 24 horas. Pasado el tiempo esperado, grande fue mi molestia al informarme de que, OH, causalidad, justo el día que hice la compra, el sistema operativo en Lima se "cayó" y que repararlo duraría unos días más (hasta el martes, para ser exactos).

Mi espera, cual santo Job, parecía una eternidad, no tanto por el hecho de no tener celular, ya que me dieron un número momentáneo, sino porque varios de mis contactos me llamaban con urgencia (ya que es fin de mes) y me lo hacían saber por correos electrónicos. La excusa se puso peor e increíble: mi número, y solo mi número, ha sido perdido por el sistema y está como no habido; la espera se hizo más larga. El día de hoy me comunicaron de que la solución a mi problema no pasaría del martes (ya que hay feriado largo).

Francamente ya he perdido las esperanzas, el amigo que me vendió el celular y la línea, me dice que va ha hacer todo lo posible para que no sea así, pero me contaba que un señor tiene un problema similar ¡desde Diciembre!!!! No espero llegar a ese extremo, ya me he hecho la idea de perder ese número y posiblemente así sea, dada la imbecilidad del sistema; corrijo, siguiendo el ejemplo del primer párrafo, estoy casi seguro de perder mi número gracias a la imbecilidad humana, para ser más específicos de las personas que trabajan en movistar, ya que las máquinas y el sistema nos se operan solos, existe tras de ellos un grupo de incapaces e ineficientes seres humanos que no cumplen con su labor como debe ser, sin embrago ganan miles de soles al mes y seguro se van a ir de viaje a algún país caribeño en este fin de semana largo, mientras yo seguiré incomunicado, sabe Dios cuanto tiempo más. Y después los españoles se quejan y lloran del por qué les expropian y nacionalizan sus empresas: por su incompetencia.

23 de abril de 2012

EL PRÍNCIPE

En la dedicatoria de El Príncipe a Lorenzo de Médicis, su autor dice que el conocimiento que ha alcanzado de los grandes hombres -y cuyo recuento ofrece en este breviario- ha resultado de la "larga experiencia de las cosas modernas y la incesante lectura de las antiguas".

Maquiavelo supo conquistar la autonomía para la ciencia política en cuanto al tratamiento científico de la nueva disciplina, cuyo objeto específico sería, en adelante, el estado al que habría que estudiar, no por deducciones metafísicas, sino por los métodos de observación directa de la ciencia moderna, no imaginando lo que se quisiera que fuera, sino atendiéndose estrictamente a la verdad efectiva de la cosa, como lo hizo el escritor florentino.

Es hasta el siglo XX cuando se enjuicia equilibradamente la obra maquiaveliana, para lo cual era necesario que saliera del teatro de la guerra ideológica, para entrar en la serenidad de la historia.

Nicolás Maquiavelo (1513) El Príncipe


Para los que deseen , la versión electrónica aquí.

20 de abril de 2012

TALLER DE INVESTIGACIÓN II

Este año académico, 2012, me ha tocado por tercer año consecutivo desarrollar, junto con mis amigos y colegas Ariosto Carita y Alipio Montes, la asignatura de Taller de Investigación II en el cuarto año de estudios de la Escuela Profesional de Sociología. A continuación los dejo con el silabo de mencionada asignatura:


Silabo
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18 de abril de 2012

IMPORTANCIA SOCIOLÓGICA DE LA HOSTELERÍA


El XIV Congreso Nacional de Hostelería que se celebra en San Sebastián hasta el próximo día 18, ha sido el escenario para analizar con detalle el modelo de hostelería que tenemos en España, que se encuentra en una situación de cambios ante ciertos factores como la crisis o la ley antitabaco, que pueden modificar las pautas de comportamiento de los clientes.
El sociólogo Amando de Miguel, ha sido el encargado de abordar el tema del modelo de socialización en torno a la hostelería que existe en nuestro país, a través del estudio “España, ¿peligra nuestro modelo de socialización en torno a la hostelería?”. A lo largo de su presentación, ha hecho un resumen detallado a lo largo de la historia de este sector en el que ha destacado cómo el sector de la hostelería, base de la economía turística en España, ha sido testigo de un reciente aumento de la calidad, señalando que han contribuido a ellos diferentes factores entre los que destaca la exigencia de competitividad que ha marcado el auge del turismo extranjero.
Ha destacado el diferente comportamiento que se produce en los bares y restaurantes de nuestro país con respecto a otros, manifestando que España mantendrá el nivel de socialización porque aquí tenemos claro que "el hombre no es sólo lo que come, sino con quién, dónde y cómo come". Además, habrá que adaptar novedades y modas a las circunstancias económicas, pero pensando siempre que lo que nos diferencia de los anglosajones es que vamos a los locales a ser vistos y a reunirnos con gente. Además añadió que “podrán cambiar algunas materias, platos, presentaciones o gestión del personal, pero difícilmente cambie la forma de reunirnos en torno a un plato".
Ha señalado la crisis como la principal causa de estancamiento e incluso declive de clientes en los locales de hostelería, aunque también otras como la resistencia a salir de noche por razones de seguridad y la nueva pauta de organizar las reuniones de amigos en casa influyen, para lo que la hostelería deberá aguzar su imaginación.
Los establecimientos de hostelería siempre serán un lugar de reunión y para de Miguel  “estamos ante unos negocios (hoteles, bares, restaurantes y similares) que viven de la necesidad de ocio y de comunicación del vecindario. Si no fuera por la necesidad de verse no habría tantos bares, cafeterías, restaurantes o equivalentes”, son precisamente esas funciones de relación social las que atraen la mirada del sociólogo.
Amando de Miguel es catedrático emérito de Sociología de la Universidad Complutense. Realizó estudios de postgrado en la Universidad de Columbia y ha sido profesor visitante en las de Yale y Florida y en el Colegio de México. Ha profesado, además, en las universidades de Valencia y Barcelona y de Texas.
Ha publicado más de un centenar de libros y miles de artículos en torno a diferentes temas como: El otro sentir de la sociedad española, Hacían una pareja estupenda, Los españoles y la religión, El arte de envejecer…

11 de abril de 2012

ANÁLISIS CUANTITATIVO EN CIENCIAS SOCIALES

Este año académico, 2012, me ha tocado por segundo año consecutivo desarrollar, junto con mi amigo y colega Marcos Obando, la asignatura de Análisis Cuantitativo en Ciencias Sociales en el segundo año de estudios profesionales de la Escuela Profesional de Sociología. A continuación los dejo con el silabo de mencionada asignatura:

3 de abril de 2012

VEINTE AÑOS NO SON NADA


Veinte años no son nada si no sacamos las lecciones correctas del 5 de abril de 1992. El denominado “autogolpe” de Alberto Fujimori es leído convenientemente desde la vereda que se tome. Su interpretación auténtica es materia de pugna política entre fujimoristas y antifujimoristas, es la esencia de la división política más importante del Perú contemporáneo.
Conocemos de paporreta el cuentazo según los naranjas y la derecha gris: no hubiéramos salido de la hiperinflación ni de la violencia terrorista sin el cierre de un Congreso elegido democráticamente. Aunque se ha demostrado largamente que las severas medidas de ajuste pueden aplicarse con éxito bajo regímenes competitivos, y que la lucha antisubversiva llevada adelante por un gobierno autoritario genera perversas consecuencias para las instituciones democráticas, se insiste con contumacia en la santidad de la “mano dura” para llevarnos por el camino “correcto”.
La historia se puede tergiversar de esta manera porque –insisto– el fujimorismo va ganando la batalla por la memoria –sí, esa que los progresistas vociferan en talleres, seminarios y demás ejercicios intelectualoides–. En primer lugar, los antifujimoristas se olvidan que el “doble disolver” fue popular en su momento (el 71% de limeños aprobó la disolución del Congreso; el 60% creía que Fujimori no violaba la Constitución), pero, en segundo lugar, quieren pasar por alto que el fujimorismo no haya apelado –como sugieren– al olvido que todo destruye; sino han producido con éxito su propia ideología y su reconstrucción de los sucesos. Hoy un 37% de encuestados a nivel nacional aprobaría el autogolpe de volver a 1992. No puede interpretarse el 5 de abril como un “fracaso” del fujimorismo, si todavía la mitad de los peruanos aprobaría la disolución del Congreso en caso de crisis económica o en caso de entrampamiento entre Ejecutivo y Legislativo (fuente: Ipsos Apoyo).
El Perú actual es más personalista y menos institucionalizado (y la derecha es menos liberal) por causa del 5 abril. Fujimori demostró que es un soplo la democracia, que se disuelve en el aire gracias a la complicidad de unas élites demasiado economicistas como para estar a la altura de la autoridad moral. Mientras los que aducen tenerla practican en realidad la doble moral: aplaudir de pie a Álvaro Uribe es también aplaudir a un poco a Alberto Fujimori y a las violaciones de los derechos humanos.
La ofensiva judicial, aunque estancada, ha ido por buen camino al demostrar que el autócrata que huye tarde o temprano detiene su andar, ya sea en la Diroes o en la Base Naval. El burlón mirar de los fujimoristas que pasaron a la segunda vuelta el año pasado, no debe observarse con indiferencia porque supone –queramos o no– la victoria política de los que llevaron a nuestra democracia al borde del colapso y la destrucción. Si no logramos comprender a cabalidad los funestos legados del autoritarismo fujimorista, es muy probable que, efectivamente, veinte años no sean nada, que nos volvamos a enfrentar con nuestro encadenado pasado, y solo nos quede volver con la frente marchita.