18 de febrero de 2011

RETORNA LA SENSATEZ AL JURADO NACIONAL DE ELECCIONES


Hugo Sivina
Presidente del JNE

Finalmente, retornó la sensatez al Jurado Nacional de Elecciones, que dejó sin efecto la absurda norma (Resolución 038-2011) que disponía que las empresas encuestadoras incluyan el DNI, el nombre y el teléfono de cada entrevistado. Eso significaba, en buen castellano, que ya no se podían hacer encuestas de opinión, pues nadie expresará lo que piensa ante el temor de que su pensamiento fuese conocido tanto por el Gobierno como por otras instituciones públicas.

Aunque era evidente el rechazo casi unánime de los ciudadanos a la medida, los candidatos estaban divididos al respecto. Por supuesto, Toledo, quien actualmente encabeza la intención de voto, de manera sobresaliente en las encuestas, protestó y advirtió que si no se derogaba la norma, encabezaría una protesta de vastas proporciones para mostrar el rechazo del pueblo.

Fue interesante constatar cómo los candidatos con baja posición en las encuestas, como Castañeda Lossio y Humala Tasso, veían con buenos ojos la disposición del JNE y la consideraban perfectamente legal. Pero Diego García Sayán, presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, dijo que la resolución afectaba tres derechos: a guardar la reserva de las opciones políticas, a la información de los ciudadanos sobre el desarrollo del proceso electoral y a la no discriminación por condición económica.

En una sociedad democrática como la nuestra, lo razonable era entonces que el Jurado Nacional de Elecciones retrocediese, como lo ha hecho. Javier Pérez de Cuéllar, ex secretario general de la Organización de las Naciones Unidas, dijo que la norma era inaceptable. Y Javier Alva Orlandini, ex presidente del Tribunal Constitucional, aseveró que era anticonstitucional, además de un atentado contra el secreto del voto. Manifestó que si el entrevistado trabaja en una entidad estatal, esa información podría ser usada para tomar represalias o presionarlo. Y no creo que sea exagerado afirmar que la mayoría ciudadana está en contra de la norma.

Lo que debemos preguntarnos es quién estaba detrás del decreto del JNE. Toledo acusó, sin tapujos, al Apra de ser el promotor de esta absurda norma. Y, de frente, aseveró que el responsable directo es el presidente Alan García, porque quiere que quien gane las elecciones sea Castañeda Lossio. Y preguntaba: “¿Por qué cuando Castañeda encabezaba las encuestas, el Jurado Nacional de Elecciones no exigió lo que exige ahora?”. También afirma que lo mismo sucede con Keiko Fujimori, quien está estancada y no sube un solo punto en las encuestas, dando a entender que en caso de que Castañeda no ganase las elecciones del 10 de abril, entonces Keiko debería ganarlas. Con esta afirmación, Toledo da a entender que el Apra tiene un pacto con el fujimorismo.

Un hecho que parece dar la razón a Toledo es que un aprista representativo como Aurelio Pastor sostiene que Toledo es un irresponsable y que su pretendida marcha de protesta podría terminar en un baño de sangre.

Por su parte la Asociación Peruana de Investigación de Mercados entregó al JNE su pedido formal para que deje sin efecto la cuestionada resolución. La presidenta de la asociación, Urpi Torrado (lindo nombre, pues Urpi significa ‘paloma’ en quechua), dijo que las encuestadoras no realizarían encuestas de intención de voto, aunque precisó que seguirían efectuando sobre la aprobación presidencial y popularidad de los candidatos. En el documento, además, se señalaba que la norma del JNE violaba los derechos a la reserva de las convicciones, a la libertad de información y opinión, a guardar el secreto profesional y a trabajar libremente.

Llama la atención que, a pesar de todas las críticas de personalidades de alta calidad profesional y moral a la norma, Greta Minaya, miembro del JNE, sostuviera que la institución se mantendría firme y no rectificaría su posición. Sostuvo que están actuando conforme a la ley. “No estamos haciendo nada incorrecto ni recortando ningún derecho”.

Sin embargo, se trataba de una arbitrariedad. Que yo sepa, en ningún país democrático existen las medidas que propuso el JNE, por lo que saludamos que haya dado marcha atrás, por el bien de la institucionalidad democrática y para evitar manchar las actuales elecciones generales.

Por: FRANCISCO MIRÓ QUESADA CANTUARIAS

Asociación mundial de encuestadoras saluda que prevalezca respeto a la confidencialidad...

16 de febrero de 2011

ERROR ESTADÍSTICO

El Perú está nuevamente en la mira del mundo entero, y no precisamente por una logro intelectual o deportivo, sino por la incompetencia de las autoridades encargadas de llevar a cabo un "proceso electoral limpio" dentro del marco del respeto a los derechos fundamentales de la personas. Me refiero al Jurado Nacional de Elecciones (JNE) que no ha tenido mejor idea para hacer notar su, de por sí ineficiente labor, la de disponer que las encuestas de opinion se hagan previo recojo de datos personales como el nombre, DNI, dirección y teléfono de los encuestados.

Nuevamente vemos la intromisión del gobierno de Alan García por favorecer al candidato de su preferencia (Castañeda) que en los últimos meses ha venido en picada en la intención de voto, el mismo que ha apoyado dicha "norma" junto con algunos apristas (entre ellos el innombrable Aurelio Pastor) y la encuestadora del partido de gobierno. García nos muestra una vez más ese lado oscuro de la política que es el de la manipulación, lamentablemente esta vez proviene del propio gobierno, un gobierno "democrático". (Ni en Venezuela, donde reina el dictador Hugo Chavez, sucede esto).

Para quienes no sepan, en la Constitución Política del Perú, en su artículo 2, inciso 18, dice: "Toda persona tiene derecho a mantener reserva sobre sus convicciones políticas, filosóficas, religiosas o de cualquier otra índole ...". Mantener reserva quiere decir que la persona puede decidir libremente, sin ningún tipo de temor, expresar o no sus convicciones, en todo o en parte, a todos o a algunos. Las convicciones se refieren a aquellas ideas que la persona se ha formado y de hecho se forma diariamente (por eso se dice que son "fotografías del momento"), esto hace que los candidatos puedean cambiar sus estrategias de campaña para poder mejorar lo que está mal.

Acaso saben los señores miembros del JNE que este artículo existe?, siquiera sabrán que en mencionado documento consittucional dice, en el incison 4, del artículo 2: "Toda persona tiene derecho a las libertades de información, opinión, expresión y difusión del pensamiento mediante la palabra oral(...)Es delito toda acción que suspende o clausura algún órgano de expresión o le impide la circular libremente...". Por la mente brillante de estos señores del JNE ha pasado la idea de que vulneran nuestro derecho a informarnos?

Recordemos que fue el mismo JNE que dió la norma de que en las elecciones se podían observar las actas de sufragio si les faltaba alguna de las cinco firmas que debían tener, lo que generó una de los más lentos procesos de conteo de votos en la historia del Perú. Luego la ley fue derogada.

Los que por lo menos hemos pasado por la universidad, tenemos estudios superiores y/o hemos hecho alguna vez una encuesta, sabemos de lo especial que es la gente al momento de dar su opinion o responder el cuestionario, ¿si así era antes, con el derecho de confidencialidad, cómo será ahora que tienen que dar prácticamente todos sus datos vitales?.

Estoy totalmente deacuerdo con la fiscalización a ciertas encuestadoras que no cumplen con las rigurosidades cientificas que manda la Estadística (muestra, población, error de estimación, etc.) pero no de esta manera ni perjudicando el derecho de la mayoría de expresarse sin temor alguno.

Espero que la presión social que se está generando de los frutos esperados. Recordemos lo que hace dos semanas ocurrió con el Museo de la Nación (pintado y vulnerado en su estructura arquitectónica, en las narices del propio ministro de cultura). Por el bien de la política peruana y para dejar de ser la vergüenza científica mundial que hoy somos.

13 de febrero de 2011

SOCIOLOGÍA DEL AMOR

El día de mañana 14 de febrero, se celebrará el Día del Amor, y de paso, de la Amistad. Pero según el nombre de la festividad, no alude al amor sexual que se pone de manifiesto en este día, sino hace referencia al amor en toda la extensión d ela palabra, y con todas sus variantes: amor fraternal, conyugal, filial, etc, etc.

Ya escribí algunas entradas anteriores sobre este tema (léanse: EL ARTE DE AMAR y ¿AMOR DE PADRES?), por lo que el tema en cuestión no es muy novedoso en este blog.

Es por eso que, siguiendo a Karl-Heinz Hillman, hago una reflexión sociológica entorno a este hermoso sentimiento.

A esta palabra especialmente emotiva cargada de un significado sumamente complejo, que por lo general designa la capacidad humana de poder experimentar, combinando simpatía y afecto, relaciones afectivas intensas, personales y positivas sentidas hacia otra(s) persona(s), y en sentido más amplio también hacia otros seres vivos (animales y plantas) y hacia determinadas realidades socioculturales (libertad, patria, democracia, tierra, libros, profesión, dinero, etc.) En distintas épocas y lugares, el amor se ha interpretado y se interpreta de diversas maneras, se regula socioculturalmente y se vive en la práctica cotidiana. La conducta amorosa concreta de cada cual no depende sólo de la situación y de las circunstancias, sino también del entorno social en el que cada uno, según distintos condicionantes, se ha socializado.

Muchas teorías existen sogre la aparición del amor, pero no surge evolutivamente de forma primaria a la sexualidad, sino de la necesidad de criar incubando, que requiere una relación de pareja duradera. La sexualidad habría colaborado sólo a una consolidación secundaria de la relación de pareja. El amor a otro constituye una gran fuerza antagónica para contener la agresión, el odio, la hostilidad, el egoísmo y el narcisismo, y es condición previa esencial para constituir y mantener relaciones afectivas, positivas, instituciones fundamentales (matrimonio, familia, pareja, amistad) y una conducta prosocial. El amor constituye sustancialmente a que el individuo viva, más allá de sí mismo, afectivamente determinado por relaciones supraindividuales con sus semejantes y maneras colectivas de comportarse, a las que a menudo se da un valor intrínseco. En la sociedad moderna el amor actúa como contrapeso de la racionalidad objetiva y de las relaciones formales afectivamente neutras.

Otros creen que se vive de forma especialmente intensa cuando se le relaciona con la sexualidad, que puede adoptar formas del amor romántico, hedonista y pasional. En este asunto es decisivo que la elección de pareja se efectúe por decisión individual o que se arregle de forma familiar y colectiva, y el grado en que lo haga. Con la sustitución de las sociedades antiguas por las modernas, el ideal de amor romántico ha pasado ha ser dominante. Por regla general, se ha mantenido que las relaciones de amor entre el hombre y la mujer, importantes para la reproducción de la sociedad, y por ello, socioculturalmente apoyadas, deben durar toda la vida (precepto de fidelidad y vínculo de por vida). En la sociedad moderna, el abandono de lo "natural" y de las tradiciones, el cambio de valores, el individualismo, la creciente ansia de aventuras, el debilitamiento de las relaciones comunitarias y la experiencia frecuente del decaimiento del amor en el transcurso de la vida común quebrantan las relaciones amorosas de pareja de por vida y conducen a una revalorización de las posibilidades del amor de carácter hedonista. Las relaciones familiares estables en general y los medios económico-financieros restringidos actúan en contra de la adhesión individual a este ideal amoroso hedonista ensalzado por los medios de comunicación de masas.

Relación emocionalmente comprometida, y al mismo tiempo amorosa, de las personas con determinadas realidades socioculturales (ideas, ideologías, religiones) puede movilizar enormes fuerza sociales, que no sólo actúan a favor del desarrollo, sino que también pueden llevar a conflictos destructures y guerras civiles. Desde un punto de vista ético, es especialmente pretencioso y dificilmente realizable en la vida práctica el mandamiento cristiano del amor al prójimo, que debe extenderse también al enemigo. Cuanto más marcada está una sociedad por la competitividad, la rivalidad y la lucha (características del actual sistema capitalista), más explotados y sometidos estarán los individuos que quieran vivir el mandamiento del amor al prójimo. Este mandamiento se corresponde, en gran medida, con el valor ideal de la fraternidad, pero aparece disminuido en su significado cuando se expresa a través del valor de la solidaridad. La cualidad de las relaciones sociales y el bienestar de cada uno dependen de la dimensión de amor al "prójimo" (el cercano) vivido en una sociedad. En la actualidad y en el futuro, a consecuencia de la creciente dependencia e interdependencia global internacional, así como debido a la necesidad de superar las crísis de supervivencia y del medio ambiente, será cada vez más importante, para la existencia y la vida cotidiana, instaurar con los demás pueblos y generaciones futuras, el "amor al lejano".

Erich Fromm, decía que el amor es una arte para el que no todos estamos preparados por lo que , al igual que la música, la pintura, etc., debemos entrenarnos; esto solo se consigue con la práctica (error y prueba) que es el amor, sólo así podremos haber gozado de sus placeres y sufrido con sus desengaños.

Para un estudio más profundo del amor, se recomiendan las lecturas de los siguientes libros:
  1. Francesco Alberoni: "Enamoramiento y amor: nacimiento y desarrollo de una impetuosa y creativa fuerza revolucionaria".
  2. Zigmunt Bauman: "Amor líquido: acerca de la fragilidad de los vínculos humanos".
  3. Erich Fromm: "El arte de amar: una investigación sobre la naturaleza del amor".
  4. Denis de Rougemont: "El amor y occidente".
  5. Max Scheler: "Amor y conocimiento".

11 de febrero de 2011

LOS ORÍGENES Y APORTES DE AUGUSTE COMTE A LA SOCIOLOGÍA

Comte no hace más que resumir ideas ya circulantes en su tiempo e integrarlas a un discurso pomposamente "totalizador". Sin Saint-Simon y sus intuiciones quedaría muy poco de Comte, cuya tarea fundamental consistió en depurar al saintsimonismo de sus tensiones utopistas y enfatizar sus contenidos conservadores. El objetivo de sus trabajos -Curso de filosofía positiva (1830-1842) y Sistema de política positiva (1851-1854)- es contribuir a poner orden en una situación social que definía como anárquica y caótica, mediante la construcción de una ciencia que, en manos de los gobernantes, pudiera reconstruir la unidad del cuerpo social. Su deuda con de Bonald y de Maistre era explícita, pero del mismo modo que Saint-Simon, difería con "la escuela retrógrada" en cuanto no creía en la posibilidad de una restauración puntual de "l'ancien régime". (El antiguo régimen).

El rasgo principal que distingue a Comte de Saint-Simon es que se fija más en la nueva sociedad científica, más que en la sociedad industrial. Se distinguió de su maestro en que para él la explicación del porque la sociedad está tan alejada del modelo ideal no reside en problemas estructurales. Para Comte el problema es que la educación y los valores provocan los desgarros y las divisiones. Por tanto su propuesta fue la utilización de la "física social", más tarde Sociología, aplicando un tratamiento científico a los problemas sociales. Quizá en este comienzo de la Sociología, Comte fue algo ingenuo en sus planteamientos, pero sin duda fue uno de los precursores de esta ciencia social. Cabe destacar que las teorías de Comte tienen un carácter fuertemente eurocentrista.

Comte incorpora a su discurso la idea de la evolución y del progreso, pero, en tanto conservador, suponía que los cambios debían estar contenidos en el orden. La sociedad debía ser considerada como un organismo y estudiada en dos dimensiones, la de la Estática Social (análisis de sus condiciones de existencia; de su orden) y la de la Dinámica Social (análisis de su movimiento; de su progreso). Orden y Progreso se relacionan estrechamente. El primero es posible sobre la base del consenso, que asegura la solidaridad de los elementos del sistema. El segundo, a su vez, debe ser conducido de tal manera que asegure el mantenimiento de la solidaridad, pues de otro modo la sociedad se desintegraría.

Tal conocimiento permitiría a los gobernantes acelerar el progreso de la humanidad dentro del orden. La nueva política positiva sólo podría ser aplicada por una élite autoritaria; así, Comte habría de enviar su libro al zar Nicolás I de Rusia, "jefe de los conservadores de Europa", señalándole que sus teorías estaban básicamente pensadas para la autocracia. El mismo Comte se autoproclamó, hacia el final de sus días, como el papa de una nueva religión, la positiva.

En esta línea, la filosofía de Comte posee una clara intención de reforma social en el contexto de las consecuencias de la Revolución Francesa. Comte postula que la reforma no puede realizarse exitosamente sino precede una reforma teórica. Comte opone el ‘orden’ a la ‘revolución’ lo cual lo aproxima a los filósofos de la Restauración, pero se separa de ellos a buscar el orden en el ‘progreso’, no en la vuelta al pasado.

Es posible que sea Augusto Comte quien mejor represente al positivismo, tanto que podría ser considerado su fundador.

En la teoría sociológica se discute el Positivismo sobre todo desde Comte, quien, de acuerdo con las necesidades técnicas y económicas de la antigua burguesía liberal y de los inicios de la sociedad industrial, quería desligar la Sociología como ciencia positiva, de la Metafísica filosófica y de la tradición místico-religiosa (ciencia negativa)

El Positivismo, desde entonces, renuncia a las grandes interpretaciones y a los intentos de valorar las estructuras sociales y los procesos evolutivos. Intenta más bien, bajo el principio de la neutralidad axiológica y basándose en los métodos de las ciencias de la naturaleza, comprender “objetivamente” el ser social en sus distintas dimensiones y variables.

El término positivo hace referencia a lo real, es decir, lo fenoménico dado al sujeto. Lo real se opone a todo tipo de esencialismo, desechando la búsqueda de propiedades ocultas características de los primeros estados.

En conjunto, la ciencia positiva, puede describirse por proponer un nuevo modelo de racionalidad científica; mantenerse dentro del terreno de los ‘hechos’, entendiendo esto último no tanto los datos inmediatos de los sentidos sino las relaciones entre dichos datos, esto es las ‘leyes’ científicas. Las leyes dejan de ser ‘hechos’ para transformarse en ‘generalizaciones a cerca de los hechos; el agnosticismo, se desprecia la metafísica en tanto que considera incognoscible todo lo que se encuentra más allá de los hechos; la ciencia es la única guía para la humanidad y tomando los ideales de la ilustración, confía en el progreso indefinido; el valor de la ciencia se subordina a la función práctica del saber y es relativizado en su sentido histórico; y representa la ideología burguesa en tanto defiende el utilitarismo.

Puede afirmarse así que los ideales del positivismo coinciden parcialmente con los de Bacon, quien intentó recoger los primeros resultados de la revolución industrial. Pero el positivismo fue también un intento para remediar los conflictos sociales del siglo XIX.

Hay, en el positivismo, una relación notable con el empirismo, en tanto valoran la información que proviene de la experiencia. Pero hay una clara diferencia, para el positivismo es, sin dudarlo, un realismo: los sentidos toman contacto con la realidad y las leyes de la naturaleza expresan con conexiones ‘reales’ y no simplemente hábitos subjetivos.

Uno de sus aportes más significativos, y que hasta la actualidad es usado por la totalidad de sociólogos, es lo referente a la metodología sociológica.

Comte identificaba explícitamente 3 métodos sociológicos básicos, 3 modos fundamentales de hacer investigación social con el fin de obtener un conocimiento empírico del mundo social real, estos son: La observación, que dice, debe hacerse guiada por una teoría y, una vez hecha, debe ser conectada con una ley; La experimentación, la cual considera más adecuada para otras ciencias que para la Sociología, la única excepción posible la constituye un experimento natural en el que las consecuencias de algo que sucede en un lugar, son observadas y comparadas con las condiciones en lugares en los que un evento así no sucedió; finalmente, La comparación, que Comte la divide en 3 subtipos: comparación de las sociedades humanas con la de los animales inferiores, comparación de las sociedades en diferentes zonas del mundo, y, comparación de los diferentes estadios de las sociedades en el transcurso del tiempo.

Aunque Comte escribió sobre la investigación, generalmente se dedicó a una especulación o teorización dirigida a descubrir las leyes invariantes del mundo social.

En realidad, la idea de evolución es la del desarrollo sucesivo de un principio espiritual de acuerdo con el cual la humanidad pasaría por tres etapas, la teológica, la metafísica y la positiva. Esta última sería capaz de sintetizar los polos de orden inmóvil y de progreso anárquico que caracterizaron a las dos primeras etapas. La etapa positiva marcaría según Comte la llegada al estadio definitivo de la inteligencia humana y colocaría, en una nueva categorización jerárquica de las ciencias, a la sociología en la cima de ellas. La sociología o física social, esto es, "la ciencia que tiene por objeto el estudio de los fenómenos sociales considerados con el mismo espíritu que los astronómicos, los físicos, los químicos o los fisiológicos, es decir, sujetos a leyes naturales invariables, cuyo descubrimiento es el objeto especial de investigación".

La humanidad en su conjunto y el individuo como parte constitutiva, está determinado a pasar por tres estadios sociales diferentes que se corresponden con distintos grados de desarrollo intelectual: el estadio teológico o ficticio, el estadio metafísico o abstracto y el estadio científico o positivo.

Este tránsito de un estadio a otro constituye una ley del progreso de la sociedad, necesaria y universal porque emana de la naturaleza propia del espíritu humano. Según dicha ley, en el estadio teológico el hombre busca las causas últimas y explicativas de la naturaleza en fuerzas sobrenaturales o divinas, primero a través del fetichismo y, más tarde, del politeísmo y el monoteísmo. A este tipo de conocimientos le corresponde una sociedad de tipo militar sustentada en las ideas de autoridad y jerarquía.

En el estadio metafísico se cuestiona la racionalidad teológica y lo sobrenatural es reemplazado por entidades abstractas radicadas en las cosas mismas (formas, esencias, etc.) que explican su por qué y determinan su naturaleza. La sociedad de los legistas es propia este estadio que es considerado por Comte como una época de tránsito entre la infancia del espíritu y su madurez, correspondiente ya al estadio positivo. En este estadio el hombre no busca saber qué son las cosas, sino que mediante la experiencia y la observación trata de explicar cómo se comportan, describiéndolas fenoménicamente e intentando deducir sus leyes generales, útiles para prever, controlar y dominar la naturaleza (y la sociedad) en provecho de la humanidad. A este estadio de conocimientos le corresponde la sociedad industrial, capitaneada por científicos y sabios expertos que asegurarán el orden social.

Estos planteamientos sobre los estadios en Comte, los podemos resumir en la siguiente tabla:
ESTADIO
DESARROLLO DE LA VIDA MATERIAL
UNIDAD SOCIAL
TIPO DE ORDEN
SENTIMIENTOS PREDOMINANTES
Teológico
Militar
Familia
Doméstico
Cariño
Metafísico
Legalista
Estado
Colectivo
Veneración
Positivo
Industrial
Especie (Humanidad)
Universal
Benevolencia
Nicolás Timasheff, La Teoría Sociológica, 1961

Comte es considerado uno de los padres de la Sociología. Al clasificar las Ciencias, él ubica en primer lugar a las más abstractas y menos complejas. Así, primero aparece la Matemática; luego la Mecánica, la Astronomía, la Física, la Química y la Biología; y, por último, la Sociología, que en su época aún no existía y cuya necesidad de creación él reclamaba. Como entiende que sólo hay hombre en sociedad, no hace lugar a la Psicología, cuyo contenido entiende que se reduce al de la Biología o al de la Sociología. Comte quería devolverle a Occidente la unidad y armonía que le había dado la fe en la Edad Media. Pero como entendía que ese fundamento ya no era viable, pensó en la Ciencia como nuevo polo de atracción y factor de unidad. Sin embargo, con el tiempo vio la necesidad de recurrir a la Filosofía (fundó la Filosofía Positiva) y a la Religión (fundó la Religión Positiva, de la que se declaró Papa). Su Religión de la Humanidad sustituye el amor a Dios por el amor a la Humanidad, que incluye a los ya fallecidos, los vivos y los que nacerán.

9 de febrero de 2011

LOS PARTIDOS Y EL CONGRESO QUE NOS ESPERA

Cada cinco años los partidos nos prometen cambios y los ciudadanos abrigamos la esperanza de que esta vez se den. Sin embargo, finalmente todo sigue igual. Es lo que, lamentablemente podría suceder con el nuevo Congreso que se instale el 28 de julio, a decir de las listas parlamentarias que, como siempre, se han presentado a última hora.

Con pocas excepciones, lo que hemos visto en los últimos días es una sucesión de personajes impresentables incluidos en muchas listas, con el visto bueno o la vista gorda de las cúpulas partidarias, que siguen sin entender su grave e inexcusable responsabilidad en la recuperación del prestigio del Poder Legislativo –actualmente por los suelos–, el sostenimiento de la institucionalidad democrática y la misma gobernabilidad del país.

A este paso, el Congreso de los ‘comepollos’ y ‘mataperros’ podría quedar en anécdota. Pero nada de esto parece importar a las dirigencias. Y ha sido la prensa independiente la que ha tenido que salir a denunciar la falta de filtros partidarios, la displicencia de las cúpulas, la interferencia de personajes tras bambalinas o, peor aun, la carencia de escrúpulos de quienes habrían subastado al mejor postor vicepresidencias o cupos parlamentarios.

¿Es eso lo que entienden por democracia? Los peruanos hemos quedado estupefactos por los espectáculos penosos e indignantes protagonizados no solo por nuevas figuras, sino por otras que pretenden la reelección.
Así, una enfermera de verbo desbordado quiere enjuiciar a un partido por sacarla de la lista, de la que antes se sacó a otros, entre ellos un personaje vinculado a Montesinos. En la misma lista, un desafiante operador fujimorista que va por la reelección defiende a capa y espada el peor significado de inmunidad parlamentaria (como impunidad para sí mismo). Otra agrupación se ha quedado sin plancha presidencial, luego de que sus dos vicepresidentes renunciaran tras denunciar que se habría vendido el primer puesto de la lista. Y, una alianza mayor estuvo a punto de romperse por los celos y antipatías entre algunos de sus miembros, luego de que, como en otros casos, se hiciera uso, abuso y burla del sistema de elecciones primarias.

En este preocupante contexto, tras pocas correcciones y purgas, propiciadas por la prensa, lo que sigue predominando es la mediocridad, el amiguismo, la adulonería y las trayectorias escandalosas y hasta delictivas, antes que la capacidad profesional, la trayectoria ética, la vocación de servicio, el compromiso democrático y el amor por el Perú.

Claro que no se puede generalizar ni meter a todos en un mismo costal. Pero, lo que todo esto nos demuestra es la extrema necesidad de una renovación profunda de la clase política, tanto por una razón democrática de fondo como por una simple cuestión de supervivencia.

Los partidos, hoy, tienen que ser extremadamente autocríticos, no solo para replantear sus estrategias de campaña, sino para escrutar a quiénes están llevando al Gobierno y al Congreso, institución que, para ser coherente y empezar a reconciliarse con el país, debe retomar con suma urgencia los proyectos de renovación por mitades, el voto libre y la revocación parlamentaria.

En cualquier caso, la decisión queda ahora en manos de los ciudadanos que exigen el fortalecimiento democrático, en el entendido de que es el mejor sistema para garantizar el disfrute de libertades y el desarrollo económico y social.

A falta de solidez partidaria, los votantes tienen que evaluar y analizar cada lista para elegir, de modo responsable, a quien exhibe excelentes credenciales profesionales éticas y democráticas, y a quien sabe seleccionar a sus acompañantes y cuadros para aplicar un programa de gobierno que nos encarrile definitivamente en la ruta del desarrollo sostenible e inclusivo.

7 de febrero de 2011

ESOS TIEMPOS MODERNOS

El pasado 5 de febrero, tuvimos una efeméride cinematográfica que pocos han recordado (de hecho yo también, si no es por que estaba arreglando mis DVDs).

Hace 75 se estrenó en EE. UU. una de las mejores películas del cine de la historia: "Tiempos Modernos", dirigida, producida, escrita e interpretada por el genial Charles Chaplin.

Este filme constituye un retrato de las condiciones desesperadas del trabajo que la clase obrera tuvo que soportar en la época del Crack de 1929 y la posterior Gran Recesión, condiciones promovidas, en la visión dada por la película, por la eficiencia de la industrialización y la producción en cadena. La película muestra escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot ( Chaplin).

Esta película es lo que se considera un filme de tránsito entre el cine mudo y el cine sonoro, ya que se pueden oír algunos sonidos y música, e incluso se oye la voz de propio Charles Chaplin.

En términos sociales esta película es importantes porque refleja el agobiante,  sacrificado y explotado modo de trabajo producto del sistema capitalista; crítica al sistema económico imperante que el propio Chaplin no reconoció.

Bueno, los dejo con un extracto de esta película:


1 de febrero de 2011

¿EL FINAL DEL "FARAÓN"?

El efecto dominó, iniciado con la revuelta de Túnez, parece haber alcanzado al gobierno egipcio de Hosni Mubarak. El brillante internacionalista indio Parag Khanna dice en su libro “El segundo mundo”, al referirse a los países de África del norte: “Hoy en día, en Egipto se dan todas las condiciones para una revolución islamista: disparidad de la riqueza, conflicto en la élite, opresión religiosa y alienación política”.

Egipto es una de las potencias regionales con mayor valor estratégico y con una gran riqueza cifrada especialmente en su petróleo y en el turismo, además de la cooperación estadounidense, de quien es una pieza importante en su ajedrez geopolítico, y del comercio marítimo mundial, que pasa por el Canal de Suez y que le reporta a la nación más de 4.000 millones de dólares anuales en concepto de aranceles.

Pero nada de estas riquezas le llega a la población y los sectores populares viven sumidos en una precariedad social, política y económica.

Con 82 años y cerca de tres décadas en el poder, el presidente Hosni Mubarak, el ‘Faraón’, siguiendo la metodología fijada por la soberbia de las autocracias, ya había seleccionado a su hijo Gamal como su sucesor.

Pero la población tenía otros planes y con la dinámica iniciada en Túnez salió a las calles en protesta contra el régimen y hartos del ‘Faraón’ a exigir libertad, empleo y combate a la corrupción. La revuelta llamada ‘días de ira’ tiene todas las características de un conflicto de clases, aunque todavía no ha sido posible definirlo.

La represión no se hizo esperar y el régimen apeló a una ley de emergencia que permite las detenciones arbitrarias y que ha sido el recurso permanente para acallar las voces de protesta.

La actividad opositora se generó en la ciudad de Malhalla, ciudad símbolo de las acciones políticas y que en el 2006 y en el 2008 fue el centro de los movimientos obreros y el germen de la huelga generalizada .

En la antigua religión egipcia se decía que el dios Amón-Ra cegaba a los soberbios y ese defecto es el que ha exhibido Mubarak en los últimos días. Cuando arreció la revuelta, se bloqueó Internet y los celulares para evitar que la población se comunicara entre sí. Pero la población recurrió al mensaje verbal y directo y las marchas han continuado con gran violencia, y se habla de más de 30 muertos y cientos de heridos.

En un gesto desesperado para mantenerse en el poder, Mubarak ha destituido a todos sus ministros, a quienes culpa de las arbitrariedades y la corrupción, e incluso ha llegado a decir: “Soy consciente de las aspiraciones a favor de más democracia, el combate al desempleo, la lucha contra la pobreza y la guerra contra la corrupción”.

Una vieja sentencia dice que el poder corrompe, pero el miedo a perderlo corrompe absolutamente.