16 de mayo de 2011

VOTO CONTRA EL OLVIDO

A pesar de haber pasado más de un mes de las elecciones generales, aún existen personas y analistas que se lamentan y pierden el tiempo intentando explicar la difícil situación en la que nos encontramos los peruanos: elegir entre Ollanta Humala y Keiko Fujimori, ambos candidatos con una pasado político y familiar que deja mucho que desear y que el 50% de la población no confió en ellos en la primera vuelta electoral.

En este blog no intentaré dirigir el voto de nadie, ni mucho menos insinuar cuál debe ser la elección del elector, pero tengo que manifestar mi total disconformidad con el voto hacia Keiko Fujimori, por diversas razones, entre ellas:

Primero, la ausencia total de valores familiares como el amor por su propia madre, que se vio manifestada durante todo el gobierno de su padre y que  a pesar de las pruebas palpables de tortura hacia su madre por parte de Alberto Fujimori, ni se inmutó y ni protestó. Estudió en el extranjero con dinero mal habido durante los años que gobernó su padre y nunca explicó el origen de dicho dinero ¿Puede, entonces, una candidata de esta catadura moral siquiera soñar con ocupar la más alta magistratura nacional, ser un ejemplo de hija, esposa o madre si ni siquiera sintió por su madre cuando ésta era torturada de la manera más inhumana por Alberto Fujimori, y que hoy usa como un objeto más de su campaña electoral?, ¿puede prometer mejoras en la educación, si ni conoce la realidad educativa peruana, ya que estudió en el extranjero con dinero de las arcas públicas?

Segundo, la total ausencia de valores democráticos puestos de manifiesto durante la re-reelección antidemocrática de su padre en el año 2000, ya que mientras hacía el teatro de firmar en contra de la postulación de Fujimori, participaba activamente en los mítines y marchas a favor de la candidatura del dictador. ¿Puede manifestar respeto por la democracia, cunado ella fue parte del aparato estatal corrupto que implantó Fujimori en el Perú, cuando ella, supuestamente, no sabia nada de Montesinos y sus redes delincuenciales que mermaron las instituciones públicas hasta el día de hoy?

Tercero, por la dignidad del Perú, los peruanos, con la elección de Keiko Fujimori, estaríamos legitimando uno de los gobiernos más corruptos y delincuenciales que ha existido en la historia del Perú republicano, estaríamos "premiando" a un dinastía que, a pesar de lo bueno que hizo, los crímenes y asesinatos comprobados, fueron la constantes con tal de eliminar a la oposición del momento. Estaríamos legitimando a un presidente cobarde, que no se quedó en el Perú para afrontar sus delitos, y que muy por el contrario huyó del país para luego, burlándose del Estado peruano, renunció vía fax desde su natural Japón.

La decisión es nuestra: ¿Queremos más de lo anterior?.

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