"Estatuto de dominio y condición pública, en el cual un soberano, en la mayoría de casos un monarca, que ejerce un poder indivisible, incontrolado e ilegitimado, no está sometido a ley alguna ni ligado a colaborar con otros órganos, aunque no puede infringir los mandamientos divinos o las normas de derecho natural".
El absolutismo fue la respuesta histórica a las guerras civiles y religiosas del siglo XVI y a la incapacidad evidente de las autoridades corporativas del feudalismo para organizar el Estado, construir un ordenamiento jurídico e impedir la explotación desconsiderada de privilegios parciales y posiciones de hegemonía regionales. El absolutismo se desarrolló con la construcción de Estados territoriales mayores. Su poder residía en un ejército seguro y permanente, cuyos oficiales estaban vinculados social y políticamente a las clases más altas, y en un funcionario estatal, que, a modod de instrumento legal, responsable y "justo" del soberano, contribuía a la ejecución y ordenación de los crecientes deberes del Estado así como al desarrollo social y económico de los ciudadanos.
Como ejemplos de Estados absolutistas suelen mencionarse el del rey Sol, Luis XIV (1638-1715), y el de Prusia bajo Federico II (1740-1786). La denominación de "absolutismo ilustrado" para el tipo de Estado de estos últimos ejemplos muestra la paulatina nueva orientación de poder del absolutismo en dirección al Estado de derecho, al cumplimiento del deber y al amparo que el soberano ha de ofrecer a los súbditos (el príncipe como "primer servidor de su Estado).
Karl - Heinz Hillmann: "Diccionario enciclopédico de Sociología" p. 14
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