24 de enero de 2013

SOCIÓLOGO SOSTIENE QUE VER PORNO HACE A LOS HOMBRES HETEROSEXUALES MÁS FAVORABLES AL MATRIMONIO IGUALITARIO

Hace unos meses un estudio sobre homoparentalidad publicado por el sociólogo Mark Regnerus, muy aplaudido entonces por medios conservadores, recibía fuertes críticas por sus deficiencias metodológicas. Regnerus vuelve ahora a crear polémica al afirmar que ver pornografía vuelve a los hombres heterosexuales más favorables al matrimonio entre personas del mismo sexo.

“Al contrario de lo que podría creerse, los hombres jóvenes [heterosexuales]que apoyan redefinir el matrimonio no lo harían como el producto de unos ideales acerca de expandir derechos y libertades o por un noble compromiso con la justicia”, afirma Regnerus en un artículo publicado en la web del Instituto Witherspoon, una organización contraria a los derechos LGTB.“Puede ser, al menos en parte, el resultado de una exposición regular a actos sexuales gráficos”, añade.

Resumiéndola, la argumentación que Regnerus da en su artículo es la siguiente: ver pornografía acostumbra a los hombres heterosexuales a ver el sexo como una actividad placentera disociada del hecho de procrear, lo que en su opinión les hace ver con más naturalidad el matrimonio entre personas del mismo sexo.

Autor de un polémico estudio sobre homoparentalidad, Mark Regnerus ya creó polémica hace varios meses cuando publicó un estudio, financiado precisamente por el Instituto Witherspoon, que sostenía que los hijos de padres homosexuales presentan más problemas emocionales en la edad adulta que los criados por parejas heterosexuales. El estudio recibió, recordamos, numerosas críticas por sus errores metodológicos. No comparaba situaciones equiparables (por ejemplo, familias estables homoparentales frente a familias estables heteroparentales, o familias homoparentales adoptantes frente a familias heteroparentales adoptantes). Paradójicamente, la mitad de los reconocidos como hijos de padres homosexuales referían también ser hijos de matrimonios heterosexuales. Es decir, habían sido concebidos en el seno de una relación heterosexual tradicional, en la que uno de los padres había salido después del armario. Para sus críticos, el estudio reflejaría en todo caso que los hijos criados en hogares inestables presentan más problemas emocionales que los criados en hogares estables. El trabajo de Regnerus fue además criticado por analizar una realidad del pasado: la de los hijos ya adultos de personas homosexuales, crecidos en un contexto histórico y social mucho más hostil a la homoparentalidad que el existente en la actualidad en Estados Unidos.

El propio Regnerus admitió que los resultados de su estudio podían ser consecuencia de factores ajenos a la orientación sexual de los padres, como por ejemplo su situación social. Regnerus también expresó su opinión de que un niño puede ser criado sin problema alguno por una familia homoparental. Ello no fue suficiente para evitar que el estudio alimentara la homofobia de grupos de presión y medios ultraconservadores. En España, por mencionar un ejemplo cercano, el diario La Gaceta (perteneciente a Intereconomía) recogió el estudio bajo el titular de “confirman los efectos negativos de la adopción por homosexuales”.

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