24 de julio de 2011

FIESTAS...¿PATRIAS?

Esta semana se dan inicio oficialmente a los festejos patrios, pero desde todo el mes se "vive" el espíritu patriótico en todo el país, pero hay varias cosas que me llaman la atención y que quisiera mencioar ahora:

En primer lugar el uso y abuso indiscriminado de nuestros símbolos patrios por parte de comerciantes, instituciones públicas y privadas que no tiene mejor idea que adornar sus establecimientos con inmensas escarapelas, banderas y escudos que no hacen más que folclorizar la ciudad y servir de "atractivo" para los turistas que no se explican como esa bandera en vez de estar en un asta, esta como alfombra en el suelo o como cortina en una ventana.

En segundo lugar, los famosos desfiles cívicos-militares, por los cuales se obliga a los estudiantes y a a algunos trabajadores del sector público a asistir bajo sanción o descuento si no lo hacen, aún tenemos en nuestro subconsciente los rezagos de la colonialidad que todo lo veía armas y enfrentamiento, de ahí viene el nombre de Plaza de Armas (lugar donde se concentraban las fuerzas militares para dirigirse a algún lugar donde la población se emancipaba contra el yugo español). Es realmente criminal hace desfilar a los niños y jóvenes escolares durante horas y por inmensas avenidas, bajo el inclemente sol y encima escuchar los constantes: ¡Marcha!, ¡Levanten el pie! ¡No se muevan! de los irracionales espectadores a este evento.

En tercer lugar, lo que llamo la hipocrecía patriótica, es decir se alaba, felicita y engrandece a las personas que cantan el himno nacional a voz en cuello, a los que portan orgullosos sus escarapelas en el pecho o que participan activamente en las tareas de esta semana, especialmente en el trabajo, es decir vemos eso y no lo que realmente son, cantan el himno con gran potencia, con la misma que le gritan a sus esposas, esposos, hijos o padres; portan la escarapela en el pecho como portan y se llevan corruptamente dinero de sus trabajos y participan activamente de los festejos como participan del aparato de explotación neoliberal contra la gente humilde. ¿Eso es ser patriota?, ¿eso es el patriotismo?.

El patriotismo se define como el amor a la patria, ¿cómo se demuestra ese amor?, de una única manera, no cantando el himno, no portando escarapelas, eso es tangencial y momentáneo, uno no es patriota solo en julio; el patriotismo se demuestra trabajando por sacar adelante a nuestro país, ¿es tan difícil de comprender y cumplir? No, el problema está en que muchos se hinchan el pecho de peruanidad en julio cuando el resto de año son corruptos, explotadores, malos padres, malos hijos, malas personas. Esa es la hipocrecía patriótica de la que hablo.

Otro sería nuestro país sin en vez de ponernos una escarapela en julio nos pusiésemos a trabajar de enero a diciembre para engrandecer esta hermosa tierra.

21 de julio de 2011

CONCERTAR ES CONSTRUIR DEMOCRACIA

El caso de la Concertación chilena, que unió a dos partidos tradicionalmente adversarios en el objetivo de rescatar la democracia, es un ejemplo aleccionador para los países de la región.

Cuando Humala candidato expresó que le interesaban más las coincidencias programáticas que los parecidos ideológicos, estaba abriendo las puertas a una política de concertación, de llegar al poder. Dijimos, en esa oportunidad, que promover esos encuentros era adecentar la política y convertirla en instrumento de justicia y recuperación social.

Creemos que por ese camino transita gran parte del éxito que deseamos al presidente Humala. Sin concertación es imposible lograr una auténtica reforma del Estado ni un nuevo contrato social. Tampoco transformar el discurso desproporcionado en logros ni definir espacios entre poder y sociedad.

Hay que unir fuerzas si no se pueden crear nuevas, consolidar objetivos, buscar valores que unan, enseñar a nuestros compatriotas que son dueños de la decisión libre de gobernarse a sí mismos. El acercamiento entre las fuerzas representadas por Gana Perú y Perú Posible está perfilando un escenario democrático para el país. Incluso, podría significar el inicio de un frente amplio que fortalezca la gobernabilidad y ponga en agenda lo mejor de cada uno.

No admiten dudas las coincidencias entre colectivos políticos como Gana Perú, Perú Posible, Acción Popular, Somos Perú y Humanistas de Yehude. Nada impide que suscriban un compromiso de trabajo conjunto, de responsabilidad compartida, en nombre de las mayorías postergadas del país.

Concertar fue siempre una demanda nacional que no se respondió como se debía. Hoy día, como nunca, se hace imprescindible y obligatorio implementarla como una salida al cúmulo de problemas que enfrenta el país y que sobrepasan las capacidades de un solo partido.

Las exigencias de diferentes sectores de la sociedad peruana, crean un clima amenazante que puede llevar a la frustración de muchas expectativas.

Se votó por el cambio, por la inclusión social, por la descentralización productiva, por la reforma tributaria, por la estabilidad jurídica, por la honestidad en la información. Todo ello entraña la redacción de un nuevo contrato social.

“La sociedad –decía Toynbee– es un medio de comunicación a través del cual los individuos actúan los unos sobre los otros”.

Es, por tanto, de justicia elemental no sacrificar los derechos individuales en nombre de una transformación de las estructuras de la propia sociedad. Debe venir la reforma con respeto a los derechos humanos. Se debe identificar un antes y un después en el proceso político que se inicia con el nuevo gobierno, para poder salir del círculo de crecimiento con concentración de riqueza y con sociedad pauperizada.

Concertar permite, entre otros, colaborar en definir eficazmente las metas de mediano y largo plazo hacia las cuales se debe encaminar la nación. Trabajar por un objetivo común, organizar la sociedad y, como decía Malraux, “transformar el destino en conciencia”.

Todo esto, como condiciones necesarias para llegar a una edad madura de la democracia.

10 de julio de 2011

SENTIR MACHU PICCHU

Me parece estupendo que estemos celebrando los 100 años del ‘descubrimiento’ de Machu Picchu por Hiram Bingham porque eso contribuye a enfatizar nuestra sensibilidad por el mundo andino, al cual debemos valorar como fuente esencial de nuestra identidad nacional.

Sin embargo, sería mucho más justo precisar que ese ‘descubrimiento’ nunca fue tal por varias razones. La primera es que la ‘montaña vieja’ (como se dice en quechua) que alberga el complejo lítico nunca se perdió, sino que se hizo paradójicamente invisible para los peruanos, salvo en las poblaciones aledañas.

Múltiples testimonios demuestran que la zona estaba incluida en la encomienda española de Ollantaytambo. También es probable que sus instalaciones fueran transitadas por los últimos incas de Vilcabamba, es decir los cuatro sucesores de Atahualpa que primero negociaron con los conquistadores en 1536 y luego se les enfrentaron en heroicas jornadas hasta su derrota final en 1572.

Parece, además, imposible que los primeros europeos que llegaron al Cusco desconocieran la magnitud del legado mítico de Pachacútec. Lo que ocurrió es que toda la zona –una suerte de enclave y paso entre los Andes y la selva amazónica– perdió interés para la economía colonial y pasó de ser punto neurálgico del gobierno inca a simple ubicación periférica, largamente olvidada por un colectivo nacional mestizo mucho más afecto al eurocentrismo y la entropía costeña.

Luego, está ya ampliamente demostrado que cuando Bingham llega a la quebrada de Picchu encuentra a familias de campesinos que incluso utilizaban algunos ductos y andenes ancestrales. Y, como precisa el profesor cusqueño Américo Rivas Tapia, en julio de 1902 el peruano Agustín Lizárraga ya había explorado la ciudadela mágica e incluso el entonces prefecto de Abancay contribuyó a facilitar el estudio de unas ruinas que la población lugareña no desconocía.

El mérito de Bingham entre 1911 y 1915 fue dirigir trabajos arqueológicos que permitieron la puesta en valor de Machu Picchu. Ese valor consiste en que, a partir de la primera publicación aparecida en “National Geographic” en 1913 (y que después se enriquecería con las fotos realizadas por Martín Chambi entre 1924 y 1928), el mundo empieza a tomar conciencia de una maravilla cultural que sorprende incluso a los propios peruanos, quienes terminarían convirtiéndola en un símbolo nacional.

Además, el ‘descubrimiento’ científico de Machu Picchu tuvo el tremendo valor político de constituirse en eje del debate indigenista en un país donde los mestizos peruanos seguían fascinados con los patrones de la civilización occidental, despreciando sus propias raíces nacionales. Más aun, la progresiva restauración del complejo arqueológico no solo permitió reconstruir fragmentos de un pasado grandioso, sino que alentó la ola nacionalista que creció entre la década de 1950 y el crítico año de 1968, cuando el militarismo manipuló los símbolos incaicos para propagandizar su ideología socializante.

Las celebraciones por Machu Picchu deben tener, entonces, un significado mayor a la simple celebración economicista por lo que representa para el turismo. Lo que somos actualmente como nación es consecuencia de una evolución de culturas y etapas que comenzaron en Caral y Chavín y llegaron, sin adecuada articulación, al punto culminante del Imperio Incaico.

La Colonia fue enriquecedora y apabullante, pero no pudo borrar ni eclipsar ese complicado legado prehispánico que, a cada momento, reaparece bajo la forma no solo del folclor, sino también de dolorosas realidades como la que estos días vive el pueblo aimara en Puno.

Por tanto, en el imaginario nacional Machu Picchu debe ser muchísimo más que la admiración por ese conjunto de enormes piedras maravillosamente ensambladas. Tiene que ser el símbolo de nuestra pluralidad étnica y nuestra multiculturalidad, lo cual a su vez debe entenderse como fuente de identidad y autenticidad nacional.

Identidad, porque simbólicamente marca la sólida relación con nuestro territorio, nuestra historia y nuestra realidad milenaria. Autenticidad, porque como peruanos debemos entendernos como consecuencia única (similar pero diferente de otras naciones) de la yuxtaposición espiritual y material de lo que vino de la Europa cristiana con todo lo prehispánico que se encontraba en esta parte del mundo.

La “alta ciudad de piedras escalares” a la que cantó Neruda debe fortalecer el orgullo de ser peruanos, identificándonos cada vez más con esa patria a la que debemos amar, honrar y defender, y a la que urge enriquecer integrando siempre a quienes –siendo diferentes cada quien en su sangre y su circunstancia individual– nos une el destino histórico del Perú.

7 de julio de 2011

UN MES SIN TI....

Se que está en algún lugar mejor
Donde no hay abuso, fuera de este mundo
Quiero encontrar el medio para yo
Poder hablar con ella, poder decirle a ella que

Aquí todo está peor, que al igual que ella,
mi voluntad también murió
Le quiero platicar que todo sale mal,
que yo la alcanzaría teniendo la oportunidad

Se que ella se siente mejor
Allá no hay suplicio, sería muy impulsivo
El utilizar un medio y llegar
A lo desconocido, sentirla a lado mío y

Decir que todo está peor, que al igual que ella,
mi esperanza se murió
La quiero abrazar, que todo sea igual
Mi vida ya es tan gris que el dolor jamás se marchará

Me debería de acordar, debo yo recordar,
y sentirse mejor es mejor no creer en el amor,
así como le hago yo

La debería de odiar por dejarme aquí, pero ella no escogió
Soy un simple amante loco, yo he aprendido mi lección

Se que está en algún lugar mejor
Donde no hay abuso, fuera de este mundo
Quiero encontrar el medio para yo
Poder hablar con ella, poder decirle a ella que

Aquí todo está peor, que al igual que ella,
mi voluntad también murió
La quiero saludar, a su oído suspirar que mientras
yo la extraño, mi vida desvanece más

6 de julio de 2011

SOCIOLOGÍA DE LA EDUCACIÓN

"Sociología especial que investiga la influencia recíproca entre procesos educativos y formadores de la personalidad, por un lado, y estructuras sociales, económicas y culturales, por otro". Los principales conceptos de trabajo son educación y formación. la educación se entiende como sucesión de intervenciones que tienden a un fin en el desarrollo de la personalidad de una persona. la formación hace referencia al proceso de autodesarrollo y autodeterminación de una persona en relación con el mundo económico, cultural y social.

La sociología de la educación sólo pudo desarrollarse como parte importante de la sociología en el momento en que, con el transcurso de la industrialización, las tareas de educación y formación, llevadas a cabo antes por numerosos sectores de la vida cotidiana, se centralizaron e institucionalizaron. Sólo la creación y la posterior expansión de la enseñanza pública puso de actualidad los problemas que presenta la mutua influencia entre educación y sociedad. Con el conocimiento de que los procesos educativos institucionalizados y formalizados están configurados en gran medida por las pertinentes acciones y actuaciones sobre la familia, la política, el derecho, la religión, la empresa y otros grupos, organziaciones y ámbitos de la sociedad, las fronteras entre sociología de la educación y sociología de la familia, de la juventud, del empleo o de los grupos, así como entre pedagogía, psicología y teoría de la socialización, se han hecho cada vez más permeables.

Los objetos centrales de las investigaciones en sociología de la educación en la época que siguió a la Segunda Guerra Mundial eran: a) la relación entre normas educativas e intereses sociales, económicos e ideológicos; b) la influencia de contenidos, técnicas y métodos educativos sobre el desarrollo de la personalidad humana; c) los efectos de la organización del sistema educativo sobre las cualificaciones de las nuevas generaciones de la sociedad y, por tanto, también sobre su estructura social y laboral y sus transformaciones; d) las consecuencias de la cualificación mediante la formación en el ascenso y el descenso individual y colectivo en la estructura social; e) la dependencia del desarrollo de las dotes y de la inteligencia, así como del rendimiento en el aprendizaje y de la motivación a aprender, respecto de la posición social de la familia de procedencia y de otras influencias de grupos y de conductas sociales; y f) la posibilidad de controlar los procesos institucionales de formación mediante medidas estatales del planificación y reforma educativa, que intenten adaptar la eficacia en la enseñanza a las necesidades económicas y políticas.

Las orientaciones teóricas de la sociología de la educación se pueden dividir en: a) teorías de rol e interacción, que analizan las relaciones entre profesores, alumnos, padres, representantes de la burocracia escolar, economía, Iglesia, asociaciones, etc.; b) teorías de la institución y de la organización, que investigan la disposición estructural de las instituciones escolares y su carácter específico de "organizaciones de servicios de transformación de las personas" y c) teorías socioestructurales, que estudian las relaciones entre la enseñanza, por un lado, y el resto de sistemas sociales parciales de la economía, la política, la administración, el control social, la religión, higiene, beneficencia, ciencia e información.

Para quienes deseen ampliar sus conocimientos sobre esta rama de la Sociología General, se recomienda la lectura de los siguientes textos:
  1. "Educación y poder" de M. W. Apple.
  2. "Pedagogía, control simbólico e identidad: teoría, investigación y crítica" de B. B. Bernstein.
  3. "Sociología de la educación: una aproximación crítica a las corrientes contemporáneas" de X. Bonal.
  4. "La cara oculta de la escuela: educación y trabajo en el capitalismo" de M. Enguita.
  5. "Sociología de la educación" de A. Moncada.
  6. "Sociología de la Educación" de F. de Azevedo.
  7. "La educación moral" de E. Durkheim.
Karl-Heinz Hillmann: "Diccionario enciclopédico de sociología.

1 de julio de 2011

ENTREVISTA A GUSTAVO GUTIÉRREZ

Fundador de la Teología de la Liberación, para el padre Gutiérrez la pobreza es una injusticia que debe ser erradicada. Considera que, en ese sentido, hay mucho camino por recorrer.

En las últimas semanas, el padre Gutiérrez visitó la Católica para participar en el congreso internacional “Arguedas: la dinámica de los encuentros culturales” y la inauguración del auditorio que ahora lleva su nombre, en la Facultad de Ciencias Sociales. Entre una y otra actividad, se dio unos minutos para conversar con nosotros. “Una vez más en la Católica, padre”, lo saludo. “Vengo a menudo. Tengo varias cosas en la Católica, siempre”.

Arguedas fue uno de los pioneros en retratar las grandes fragmentaciones que tiene, todavía, el país: los conflictos de raza, de clase y de maneras de ver el mundo.

Eso es algo muy propio de él; Arguedas siempre ha buscado representar la totalidad del país, una totalidad conflictiva, pero de posibilidades. Ese es su gran mensaje. Él describe y reivindica, y plantea también problemas de fondo. Creo que es la razón de su vigencia: esos problemas de fondo continúan; revisten formas distintas, pero están ahí. Pero Arguedas plantea posibilidades. A mí me gusta mucho la literatura. Los científicos sociales necesitan mucha literatura.

¿Cuáles son estas posibilidades?

La riqueza cultural del país, por ejemplo. Esta, a veces, no es comprendida. Él peleó, precisamente, porque se comprenda mejor la cultura del mundo andino. Reivindica esos valores y también la riqueza natural del país.

Las diferencias culturales que Arguedas trata de revalorizar son valoradas actualmente solo superficialmente. En el último proceso electoral, por ejemplo, se notó una fragmentación del país, una descompresión absoluta. Diría, incluso, una especie de desprecio por los pobres, las personas con bajos niveles de educación, la cultura andina…
Eso prueba precisamente que las cuestiones de fondo permanecen. Yo no frecuento las redes sociales, pero parece que era un desborde de racismo y desprecio. Eso muestra que esas fragmentaciones permanecen, pero esto no quiere decir que no haya logros. Hay personas que reaccionan contra eso. Arguedas ha motivado mucho a que las personas no acepten una cosa así. Son procesos largos. Un momento, una persona o un autor no pueden cambiar un problema que viene de siglos, pero ahí está su testimonio.

¿Cree que se ha avanzado en cuanto a integración y respeto en el país?
Depende. Estas cosas son complejas. Si uno piensa en el ideal, realmente se ha avanzado muy poco; pero si uno compara con realidades anteriores, yo diría que sí, que hay avances, aunque claramente insuficientes. Pero, de todas maneras, el hecho de que usted me pregunte sobre eso quiere decir que hay algo que cambia. Hace cuarenta años no preguntaban sobre eso. No quiero presentar un optimismo superficial, estoy convencido de que estos problemas básicos continúan.

Uno de los grandes temas que marcó la división en el último proceso electoral fue el tema económico. Había un sector que quería mantener un modelo y otro que reclamaba un cambio.

Hay un olvido de otros aspectos tan importantes como el económico: el desprecio por una cultura, el racismo, la desigualdad. La desigualdad es impresionante. Esta tiene, claro, un factor económico capital, pero no es el único. La desigualdad está ligada a otras cosas. Las personas que no quieren cambiar el modelo económico lo simplifican todo; creen que solo con inversiones cambiará la cosa, con el famoso chorreo. Pero en este país, contra las leyes de la gravedad de Newton, el chorreo va para arriba, no desciende. Creo que decir que no se debe cambiar el modelo económico es tener una visión minúscula de la realidad peruana. Si lo que quieren decir es que lo económico es importante, y que eso hace crecer y da trabajo, está bien; pero eso no es desarrollo humano, es desarrollo económico, del cual una inmensa parte de la población no participa.

Se dice que el país crece, pero ¿dónde quedan los pobres?

Ese es uno de los grandes dramas del país. Yo creo que hay un olvido, ligado al menosprecio, de las necesidades humanas básicas de una proporción muy alta del país. Cuando se dice que disminuye la pobreza, se habla de la puramente la económica y estadística. Para mí la pobreza es mucho más global: es el menosprecio, la inferioridad. La desigualdad es una de las notas más graves de la pobreza, y esa está muy presente en el país.

Si no se requiere únicamente de crecimiento económico, estamos hablando de desarrollo humano. ¿Cómo lo entiende?
Respeto a la persona. Arguedas tenía una manera de decir eso: que nos traten como semejantes. Semejante significa igual. Usted conoce esa expresión mexicana que ya ha entrado un poco acá: “Igualado”. Es decir, alguien que pretende ser igual, pero que no lo es porque yo pertenezco a otro nivel social, cultural o económico. A mí me parece que el desarrollo humano tiene que tomar todas esas otras perspectivas —el respeto de ideas, la libertad de expresión. Quienes simplifican la situación del país a una cuestión puramente de crecimiento económico tienen una visión muy estrecha. Lo que van a lograr es que no avance en lo que realmente importa, que es el desarrollo humano.

Siempre me ha preocupado esta visión en la cual los pobres son una presencia ineludible, que siempre van a estar ahí. La postura que se toma en el país para aliviar su situación es, básicamente, el asistencialismo. No se hace un verdadero esfuerzo por incorporar a los pobres a una sociedad que va creciendo y de la cual ellos quedan fuera.

Toda persona debe ser gestora de su destino. La ayuda inmediata a una persona puede ser necesaria en urgencias o para promover una mayor conciencia de sus necesidades, pero eso es engañoso. Para muchos, la pobreza es un hecho que no se puede cambiar, es algo así como una fatalidad. Bueno, eso no es cierto. La pobreza es resultado de manos humanas; si la hicimos, podemos deshacerla.

¿La Iglesia debería asumir un papel más importante en las políticas Estado?

No sé si en las políticas de Estado. En la doctrina social de la Iglesia, hay exigencias muy grandes con respecto a la igualdad, a lo familiar, al derecho a expresarse. Si con “políticas de Estado” quiere decir “valores que deben estar presentes”, estoy de acuerdo. Pero no le toca a la Iglesia proponer en forma concreta tal o cual camino o tal o cual candidato. La Iglesia, sobre todo en los últimos años, ha tomado una actitud de mayor participación contra la injusticia, y la pobreza es una injusticia.

En este momento, vinieron a buscarlo. El padre Gutiérrez iba ser comentarista en la presentación del libro: Del “Perú hirviente” a la “cultura chicha” en el medio urbano limeño, de Enrique Camacho, una de las actividades programadas como parte del congreso internacional sobre Arguedas. “No alcanzamos a conversar sobre la próxima inauguración del auditorio que llevará su nombre”, le comento. “Es una gracia que me han hecho. Las gracias nunca se merecen, se agradecen”, responde.

Entrevista: Rosario Yori

TALLER DE INVESTIGACIÓN II

Este año académico 2011, se me ha encargado, junto con el colega Ariosto Carita, el dictado del curso Taller de Investigación II (Elaboración del Diseño de Investigación), para lo cual les dejo con una parte muy resumida del sílabo:
 
OBJETIVOS DEL CURSO
Los estudiantes conocen y utilizan métodos y técnicas de investigación social en la elaboración de un proyecto de investigación.
Los estudiantes desarrollan y sustentan un informe de investigación acerca de un aspecto de la realidad local y/o regional.
 
CONTENIDO TEMÁTICO
CAPÍTULO I: Diseño del proyecto de investigación
CAPÍTULO II: Acopio de datos
CAPÍTULO III: Procesamiento, análisis y redacción del informe de investigación
 
BIBLIOGRAFÍA
BERRIOS, MARIO INVESTIGACIÓN EN SOCIOLOGÍA
CARITA, ARIOSTO MANUAL DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA EN CIENCIAS SOCIALES
DIETERICH, HEINZ NUEVA GUÍA PARA LA INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
HERNÁNDEZ, ROBERTO Y OTROS METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
MENDEZ, IGNACIO Y OTROS EL PROTOCOLO
VALDERRAMA, SANTIAGO PASOS PARA ELABORAR PROYECTOS Y TESIS DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA
 
METODOLOGÍA
  • Exposición magistral de los docentes
  • Trabajos prácticos entregados en las fechas establecidas
  • Trabajo de campo
  • Participación activa en el taller