9 de octubre de 2010

LA CIUDAD

“En las sociedades industriales, comparadas con las comunidades agrícolas, comunidad cuyas estructuras sociales y económicas están determinadas por los siguientes factores: el numero de la población es tan elevado, que las relaciones personales y, por lo menos, las relaciones con conocidos quedan suspendidas a, y dominadas por, la distancia social y el anonimato; de ello se deriva una fuente de polarización entre esfera pública y esfera privada en la vida del ciudadano; los medios para subsistir se ganan generalmente con trabajo no agrario; los centros de compras cubren en gran parte la necesidad de la población del centro de la ciudad y de los alrededores; los centros de producción trabajan principalmente para la demanda externa; los servicios públicos, comerciales y de negocios no son utilizados sólo por la población de la ciudad; una red de comunicaciones une las zonas de residencia con las de trabajo, y esto permite una movilidad relativamente rápida para los ciudadanos; las zonas de residencia y de trabajo, por lo general, están separadas; la población vive en pequeñas viviendas; familias de 2 generaciones o bien familias nucleares con niños pequeños, familias monoparentales, parejas de hecho o solteros; predomina un elevado enfoque racional de la vida, que frecuentemente lleva a innovaciones tecnológicas y sociales; existe una alta movilidad social para los puestos de trabajo y en la educación entre generaciones”.[1]

La definición sociológica de ciudad debe diferenciarse de la jurídico-administrativa. Según los indicadores predominantes de la estructura socioeconómica de la ciudad, puede distinguirse entre ciudades de consumo, de producción, de vivienda, de residencia, plazas militares, administrativas, comerciales, portuarias o industriales. Según el tamaño de la población, puede hablarse de ciudades comarca (2000-5000 habitantes), ciudades pequeñas (5000-20000 habitantes), ciudades medianas (20000-100000) y grandes ciudades (más de 100000 habitantes). Como indicio de la aglomeración creciente y de la intensificación de las relaciones funcionales entre la ciudad y las zonas agrícolas de su entrono o entre ciudades, son sociologicamente relevantes los conceptos de área urbana (unidad entre ciudad y campo) y áreas metropolitanas, o bien megalópolis (varias ciudades que se confunden entre sí). La tendencia a gran ciudad permitió que las relaciones de los barrios o zonas de la ciudad adquirieran un carácter fuertemente diferenciado.

El concepto político de ciudad es aplicado a conglomerados urbanos con entidad de capitalidad y mayor importancia en la región y que asume los poderes del Estado o nación. Será la ciudad capitalina, pero por extensión se aplica la denominación a cualesquiera entidad administrativa con alguna autonomía a nivel de municipio, siendo las demás denominaciones, como pueblo, genéricas y optativas.

En el concepto religioso, tanto en la alta edad media como en otros periodos como el renacimiento y anteriormente al siglo XII, solo era ciudad la que dentro de sus murallas tuviera una catedral donde un obispo ostentase su propia cátedra; ya que en el pasado las catedrales eran también centros docentes. En algunos países Europeos como Francia o España, durante la edad media y la inquisición, dentro del concepto político solo fue considerada ciudad como tal la que tuviese su propia catedral o sede de una archidiócesis llegándose a dar el caso de que una misma ciudad con más de una archidiócesis, construyese más una catedral, en dedicación a cada patrón.

Es pues una definición administrativa del estado político, región geográfica o comunidad autónoma, que tienen una ciudad central y pueblos o ciudades menores. La geografía urbana y la sociología urbana estudian ambos aspectos desde el punto de vista de la geografía humana y la sociología con la ecología humana.

La ciudad no es sólo un objeto de estudio importante de las Ciencias Sociales, sino, sobre todo, un problema que ha ocupado y preocupado a los hombres desde que éstos decidieron asentarse formando agrupamientos estables. Es obvio que los asentamientos humanos, aún en sus formas más simples, requieren de un mínimo de acuerdos sociales para asegurar el equilibrio del grupo, y que de la fragilidad o solidez de dichos acuerdos depende la estabilidad necesaria para la convivencia adecuada. Por ello, la ciudad debe entenderse como un fenómeno vivo y permanente, íntimamente ligado a la cultura con la que comparte la característica de la complejidad, lo que invita a acometer su estudio desde múltiples puntos de vista. Se han ocupado de ella, entre otras disciplinas, la Historia, la Filosofía, la Geografía, la Psicología, el Arte, la Arquitectura, la Sociología, la Política, la Literatura, la Antropología y, por supuesto, el Derecho.

[1] Hillmann, Karl-Heinz: “Diccionario Enciclopédico De Sociología” pág. 123

DEL OTRO LADO DE LA MESA, CON GARCÍA

A alcaldes y presidentes regionales electos les viene y les vendrá bien sentarse a conversar con Alan García.

Y al propio García ello tiene y tendrá que recordarle que no solo es jefe de Gobierno sino también jefe del Estado. Y algo más: que el Estado Peruano es indivisible y que el Gobierno es unitario.

O sea que las autonomías municipales y regionales terminan ahí donde comienzan las prerrogativas constitucionalmente unitarias del Gobierno y las indivisibles del Estado.

Subrayado esto, a ninguna nueva o vieja autoridad regional debería ocurrírsele jugar al estado federado, pretendiendo hacer lo que le dé la gana. Tampoco el Gobierno debería renunciar a sus competencias vigentes de control y fiscalización de los recursos transferidos desde las arcas del Tesoro Público.

Lo que hemos visto en los últimos cuatro años es una estrategia cruzada absolutamente anómala e irresponsable. De un lado el Gobierno, jugando al ‘muertito’, es decir a que no ve ni oye ni huele nada. Y de otro, las presidencias regionales, jugando a los ‘nuevos ricos’ y al dispendio presupuestal al amparo de una mal entendida autonomía. El Gobierno no puede desatenderse de las regiones como estas dejar de estar en la línea normal y básica de reporte a Economía y Finanzas.

Las autonomías municipales y regionales deberían ingresar en un proceso de entrenamiento eficiente y competitivo para que no se produzca el desastre en gestión que muchas de ellas exhiben actualmente.

De ahí que sea muy útil para el país, en este tiempo postelectoral, que García tenga del otro lado de la mesa a alcaldes y presidentes regionales y vea con ellos, más de cerca, sus necesidades, pero que también estos se comprometan a reconocer controles y fiscalizaciones.

Si queremos, en verdad, ver fortalecidas nuestras instituciones y más eficientes nuestros mecanismos democráticos, comencemos por proteger el ordenamiento territorial del país, yendo pronto hacia la formación de reales regiones como parte de la conjunción ad hoc de dos o más departamentos.

La otra tarea fundamental consiste en regular las transferencias de dinero a las regiones, mediante una estructura garantizada de gasto eficiente.

¿Podrán comprometerse a esto García y su ministro de Economía y Finanzas, Ismael Benavides?.

Por: Juan Paredes Castro

8 de octubre de 2010

"NO EN VANO SE NACE AL PIE DE UN VOLCÁN"

Esta frase netamente arequipeña, refleja lo que hoy a sido motivo de orgullo local, nacional e internacional (en los países de lengua hispana) la, un poco tardía, distinción que se le otorgó al escritor arequipeño Mario Vargas Llosa, Premio Nobel de Literatura 2010.

Esta distinción nos llena de gran orgullo a los arequipeños, que de por si siempre estamos orgullosos de nuestra comida, nuestro volcán, etc, y ahora de nuestro gran literato internacional. Este homenaje no sólo es un premio para él, como persona, sino representa un premio para la lengua castellana de la cual somos parte miles de millones de personas en el mundo.

Haciendo un poco de historia literaria, escritores latinoamericanos que han recibido este premio fueron: los chilenos Gabriela Mistral (1945) y Pablo Neruda (1971), el guatemalteco Miguel Ángel Asturias (1967), el colombiano Gabriel García Márquez (1982) y el mexicano Octavio Paz (1990). Han pasado 20 años desde que un escritor de habla hispana recibe este premio y en el caso de Vargas Llosa, en mi opinión, premio tardío, felizmente no muy tarde; ya que nos estaríamos lamentando como los casos de Jorge Luis Borges, Alejo Carpentier, etc.

Vargas Llosa nación en Arequipa, el 28 de marzo de 1936, aunque no vivió mucho tiempo en el terruño mistiano, ya que por motivos familiares se tuvo que ir de Arequipa. Durante sus años de juventud, embebido por los ideales izquierdistas de la Revolución Cubana, de los que se separa debido al famoso caso Padilla, asume una posición más liberal. Lo que podemos rescatar de la parte política del escritor es que asumió y defensión las posturas ideológicas que, en el respectivo periodo de su vida, le tocó vivir.

Entre los principales premios que recibió en su extensa trayectoria literaria destacan: el Premio Rómulo Gallegos (en 1967, por su novela La casa verde), el Premio Cervantes (1994), el Premio Nacional de Novela del Perú (en 1967, por La casa verde), el Premio Príncipe de Asturias de las Letras (España) (1986), el Premio de la Paz de los Libreros de Alemania, otorgado en la Feria del Libro de Fráncfort (1997). En 1993 le fue concedido el Premio Planeta por su novela Lituma en los Andes. Un gran relieve en su carrera literaria tuvo el Premio Biblioteca Breve, que se le otorgó por La ciudad y los perros, en 1963.

Dentro de sus principales obras podemos destacar:


  • Los Jefes (1959)


  • La ciudad y los perros (1962)


  • La casa verde (1966)


  • Los cachorros (1967)


  • Conversación en La Catedral (1969)


  • Pantaleón y las visitadoras (1973)


  • La tía Julia y el escribidor (1977)


  • La guerra del fin del mundo (1981)


  • Historia de Mayta (1984)


  • ¿Quién mató a Palomino Molero? (1986)


  • Elogio de la madrastra (1988)


  • El Pez en el agua (1993)


  • Lituma en los Andes (1993)


  • Los cuadernos de don Rigoberto (1997)


  • La Fiesta del Chivo (2000)


  • El Paraíso en la otra esquina (2003)


  • Travesuras de la niña mala (2006)


  • El sueño del celta (2010)



  • Desde el punto de vista sociológico, infaltables son las lecturas de Conversación en la Catedral y la Fiesta del Chivo, en las que se reflejan las atrocidades de las dictaduras latinoamericanas. Si nos inclinamos por la literatura, recomiendo la lectura de La guerra del fin del mundo, La ciudad y los perros o El sueño del celta

    Finalmente, Antonio Gramsci escribía, en uno de sus escritos de cárcel: "Los indiferentes son el peso muerto de la historia". Mario Vargas Llosa es un ejemplo cabal de la defensa y de la asunción de los ideales personales, políticos, sociales, culturales, con los que siempre estuvo comprometido. Un orgullo para el Perú, pero sobre todo para Arequipa.

    6 de octubre de 2010

    METÁSTASIS DEMOCRÁTICA

    De pronto pareciese que una verdadera fiebre de participación ciudadana se hubiese desatado por doquier y que miles y miles de ciudadanos hubiesen adherido a la democracia como forma ideal de gobierno. Aun los que antes sostenían que el poder nace del fusil, hoy hasta declararían que nace de las urnas.

    Las elecciones municipales y regionales nos han mostrado la proliferación de cientos de movimientos vecinales y de entusiastas candidatos que –cual carretas Jorge Pérez en su clásica canción–prometen hasta que “las corvinas nadarán fritas con su limón”.

    ¡Fiesta democrática! Suele ser el calificativo de muchos periodistas al referirse a los comicios de este 3 de octubre. Insuficiencia de los partidos políticos para canalizar voces e inquietudes locales, apuntan circunspectos analistas políticos.

    Sin ánimo de polemizar y guiado por las estrafalarias propuestas y los no menos folclóricos símbolos electorales, amén de los balbuceantes candidatos, creo que es deber del analista preguntarse –con legítima preo-
cupación– si todo esto obedece a la llamada crisis de la representación política o a factores acaso más prosaicos derivados de nuestra crisis de valores.

    Primero fue la apresurada y nada técnica llamada regionalización. Luego, la ingente transferencia de facultades y recursos a las instancias regionales y locales. ¿Resultado? Apetecibles feudos llamados democráticos que convocan ambiciones económicas de postulantes y de sus amigos que –bajo membretes como Frente de Defensa de sabe Dios qué movimientos que propugnan cambios nadie sabe hacia dónde– pugnan por una prostituida representación política que –en muchísimos, muchísimos casos– no constituyen cosa distinta que concebir el poder local como ocasión de enriquecimiento pronto o, peor aun, de alcanzarlo para estar en aptitud de entretejer propuestas políticas nacionales que –bajo la forma de “alianzas o confluencias”– posibiliten conglomerados de cara a las elecciones del 2011.

    La descentralización política y económica no ha hecho sino terminar por enfermar el todo de la vida orgánica política. Los males del centralismo los hemos esparcido al tejido nacional todo, multiplicando así las incompetencias en la gestión pública y alimentando la prostitución de su manejo.

    ¿Nos atreveremos a revisar la malhadada regionalización? ¿Obligaremos a los partidos políticos nacionales (más allá de llenar formularios azangáricos) a ser verdaderamente democráticos en la elección de sus candidatos? ¿Exigiremos que estos partidos convoquen y capaciten a los mejores y no cedan a elegir aventureros de la cosa pública?

    Vamos. No nos extrañemos de las propuestas autoritarias y centralistas que empiezan a confirmarse en el imaginario de la gente precisamente como antídoto a las incapacidades de gestión local, a las innecesarias fuentecitas de agua que se inauguran por doquier y a las agrupaciones (más bien bandas) que en nombre de la democracia constituyen –de facto y desde un principio– formas de asociación ilícita para delinquir.

    Por: Eduardo Zapata

    4 de octubre de 2010

    POST (E)LECCIONES

    El día de ayer 3 de octubre fue día de elecciones en Perú, y a pesar de que se elegían a las autoridades locales y regionales para un período de 4 años en todo el territorio patrio, la atención central la tuvo la elección en Lima entre las candidatas Susana Villarán y Lourdes Flores. Nuevamente el centralismo limeño se apoderó de las elecciones haciendo incluso que nos olvidemos de nuestras propias autoridades locales, al extremo, según entrevistas que pude realizar en el mismo lugar que me tocó votar, que la gente discutía sobre quien es la mejor candidata para Lima, olvidándose por completo de Arequipa, asumo, por simple deducción lógica que lo mismo pasaba en el resto del país. pero estas elecciones nos dejan algunas lecciones que se deben tomar en cuenta para los próximos comicios regionales y/o locales (no las elecciones generales, que por ser generales necesariamente tienen un tinte especial):

    En primer lugar, hemos asistido a la crisis de los grandes partidos políticos nacionales. El APRA y el Partido Popular Cristiano (PPC) no han obtenido ningún gobierno regional, lo que consolida la fuerza de los movimientos regionales, en mi opinión, esto se veía venir, ya que son esos movimiento regionales los que conocen las verdaderas carencias de sus regiones, en algunos casos las presidencias regionales serán definidas en segunda vuelta, lo que le da mayor legitimidad a la autoridad elegida.

    En segundo lugar, las elecciones regionales han girado en torno a Lima. Nuevamente el centralismo del que tanto nos quejamos vuelve a asomar sus narices a tal extremo que nos preocupamos más por lo que pasa en Lima que en nuestras regiones. A las 4 p.m. hora del Flash electoral todos (me incluyo) estábamos pendientes de las televisoras limeñas para conocer el descenlace de las elecciones en Lima, mientras unos pocos veían por curiosidad las televisoras locales o se informaban por radio.

    En tercer lugar, la inmensa cantidad de candidatos. Tanto para las alcaldías como para las presidencias regionales, aturdieron al público elector, eran tantos que nadie sabía por quién votar, recordemos que igual síntoma sucedió en las elecciones generales del 2006 y esto puede ser una antesala de los nos podría esperar al próximo año. Esta abundante fauna de candidatos demuestra la inmadurez del sistema político peruano y la falta de seriedad con las que se manejan seudos partidos y agrupaciones políticas que no hacen más que aburrir a la población y generar antipatía hacia la política.

    En cuarto lugar, las campañas electorales se han caracterizado por el debate de ideologías y posiciones políticas. Cuando de lo que se trató era de elegir el mejor vecino, al más capaz, al mejor preparado y al que posea experiencia en gestión publica y municipal; podemos decir que en nuestra querida Arequipa hemos elegido regularmente bien (Juan Manuela Guillén, reelecto Presidente Regional y Alfredo Zegarra, alcalde de José Luis Bustamante y Rivero), lamentablemente no podemos decir los mismo de otras regiones y localidades.

    En quinto lugar, hemos elegido a la persona y no a los planes de gobierno. Muy poca gente, y me incluyo dentro de ese vergonzoso grupo, ha leído la totalidad de los planes de gobierno de todos los candidatos regionales y distritales (felizmente yo vivo en el Cercado, así que no tengo que votar por distrito) y ha hecho una comparación entre ellos para poder tomar una decisión informada. Lamentablemente en el Perú gana el candidato criollo, el pendejo, el vivo, el que se pase a todos y al que todo se le permite.

    Finalmente, el sistema electoral. En nuestro país el voto aún es manual, lo que demora en sobre manera la contabilidad de los votos. Muestra patética de ello es que ayer a las 10:25 pm recién la ONPE (Oficina Nacional de Proceso Electorales) daba un avance al 12.80% de los votos. Ayer mismo se dieron las elecciones en Brasil, con el sistema electrónico, lo que permitió que en menos de 4 horas se procesaran 100 millones de votos. El mismo Ex jefe de la ONPE, el sociólogo Fernando Tuesta Soldevilla, manifestaba que era hora de introducir el voto electrónico en el Perú, falta voluntad política para hacerlo.

    En fin, como dicen los mexicanos: Este arroz ya se coció, esta campaña electoral  ya acabaró, pero faltan las elecciones generales que se nos vienen, tendremos mucho que ver y oír...A propósito ¿Qué fue del referéndum?

    ¿PAPÁ, QUÉ ES LA IZQUIERDA?

    Han transcurrido dos décadas de vida política casi sin mencionarse izquierda y derecha. Esa contraposición, abstracta y acalorada, fue una guerra religiosa que dominó la política durante medio siglo. Pero el debate súbitamente desapareció con la crisis de los años ochenta.

    En su lugar, se debatieron temas prácticos, como la descentralización, el medio ambiente, la educación y, sobre todo, la eficacia y honestidad de la gestión pública.

    La fijación con la ideología fue reemplazada por una nueva fijación, con el management.

    En los centros de enseñanza, donde antes se discutía acaloradamente la interpretación exacta de Marx o de Mao, hoy se habla de costo-beneficio y de hojas de cálculo.

    Y la Federación Departamental de Campesinos del Cusco, antes dedicada al reclamo y a las propuestas ideológicas, hoy se ocupa en proyectos de capacitación técnica y de gestión emprendedora del campesinado.

    Los términos derecha e izquierda reaparecieron en la elección del nuevo gobierno municipal de Lima, motivando la curiosidad de muchos jóvenes. Se reabre un debate que ciertamente no debe ni puede desaparecer.

    Las dos opciones principales que plantean esos términos se refieren al papel del Estado en la vida privada y colectiva de la gente, y al grado de redistribución económica que debe existir para reducir las diferencias entre rico y pobre.

    Sin embargo, el gobierno de Lima es seguramente el escenario menos indicado para ese debate.

    Es evidente que Lima padece una grave deficiencia de autoridad colectiva y de calidad administrativa.

    Somos ricos cuando se trata de lo que obtenemos de la economía privada, pero pobres cuando se trata de los bienes y servicios que debe proveer el Estado, carencia que fue reconocida por los planes de todos los candidatos, cuando proponían mejorar el transporte urbano, la seguridad ciudadana, la contaminación del aire y del ruido, la falta de parques, la reparación ordenada de las calles, el servicio de agua y la honestidad de la gestión municipal. El consenso fue total.

    Faltan definir las mejores opciones técnicas, pero hay consenso total entre izquierda, derecha y los ‘sin opinión’ a favor de más gobierno, no en el sentido de más burocracia ni presupuesto sino de efectividad y resultados.

    Nótese que lo que todos buscan es lo que sabe hacer el gerente, no el político. Quizás, en vez de elegir un alcalde deberíamos contratar a un gerente de la ciudad.

    Por: Richard Webb

    1 de octubre de 2010

    CRISIS EN ECUADOR

    El día de ayer nos sorprendió en horas de la tarde la trágica noticia de una intentona de golpe de Estado contra el presidente Rafael Correa en Ecuador, la misma que tenemos y debemos de  rechazar sea cual fuera nuestra posición política o si nos agrada o desagrada el gobierno de Correa.

    No se puede tolerar en pleno siglo XXI la existencia de bravucones que por el simple hecho de detentar el uso "legitimo" de la violencia quieran derrocar a un gobierno legítimamente elegido, cuyo presidente es también el Jefe Supremo de las Fuerzas Armadas y hacer caer el Estado de Derecho que en Latinoamérica aún no está debidamente consolidado.

    Imágenes realmente sorprendentes de la golpiza propinada al presidente Correa, el cual se encontraba delicado de salud, y una bomba que prácticamente le explota en el rostro, nos hace preguntarnos ¿Qué está pasando en  Ecuador?, ¿Por qué los miembros de las fuerzas policiales actuaron de esa manera?. Según los especialistas, esta actitud se debe a un decreto legislativo por el cual se les recortan ciertos derechos a las fuerzas del orden. Ayer, el presidente Correa, luego de ser liberado dijo: "No han leído el decreto, no saben de que se trata", ¿les suena familiar? ¿Acaso no fue esa falta de información adecuada por parte del Estado lo que provocó el "Baguazo" en Perú? Estamos pues ante una total desarticulación del Estado y de la ciudadanía, lo que es caldo de cultivo para que violentistas opositores a los gobiernos democráticamente elegidos en nuestra región aprovechen para enarbolar movilizaciones seudo democráticas de lucha por los derechos ciudadanos, cuando lo que tratan es buscar una excusa para poder poner en marcha sus planes de ambición política que los logren llevar al poder.

    Ante esta situación de crisis en Latinoaméríca, los presidentes de la región, se reunieron en Buenos Aires e invocaron el respeto a la Carta Democrática Interamericana, aprobada el 11 de setiembre del 2001, en sesión especial de la Asamblea de la Organización de los Estados Americanos (OEA) en Lima, Perú; la misma que proclama como objetivo principal el fortalecimiento y preservación de la institucionalidad democrática, al establecer que la ruptura del orden democrático o su alteración, que afecte gravemente el orden democrático en un Estado miembro, constituye "un obstáculo insuperable" para la participación de su gobierno en las diversas instancias de la OEA.

    La Carta Democrática Interamericana declara de manera sencilla y directa: "Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla". Es decir, la democracia es un derecho del que todos debemos gozar, sin ningún tipo de distinción y es responsabilidad del gobierno mantenerla y promoverla. El presidente Correa no ha hecho más que cumplir este pacto, incluso poniendo en riesgo su propia seguridad personal.