6 de junio de 2012

JANO

En su célebre obra Introducción a la Política, Maurice Duverguer nos dice que la política es como el Dios Jano, es decir, tiene dos caras, es ambiguo e hipócrita. En nuestra realidad actual podemos apreciar esta situación:

El día de ayer "sorprendieron" las declaraciones de el presidente regional de Cajamarca (Santos) -un desconocido hasta hace unos tres meses- quien entre el furor y la emoción propias de un mítin que dirigía, invocaba a la población a levantarse y sacar del gobierno al "traidor de Humala" quien, "por no cumplir sus promesas" debería ser removido del cargo por el que fue democráticamente elegido y en cuya elección participó y apoyó el señor Santos. 

Santos puso como "ejemplos" a Bolivia (cuyo presidente Lozada fue sacado por un golpe de estado) y a Ecuador (en el cual, Bucarán, Mahuad, Gutierrez, etc, fueron despojados de su autoridad y poder por el pueblo), Santos argumenta que esos países no han desaparecido, que siguen "buscando su democracia". Quiero recordar que si bien ambos países siguen en el mapa, gozan de una categoría que ningún país desearía ostentar: Bolivia y Ecuador son países inviables, es decir, que están en proceso de desaparecer (en extinción). ¿queremos que nuestro país siga ese ejemplo?. Si bien es cierto cada uno tiene el derecho de expresar su opinión libremente, no se puede hacer uso de cierta ventaja (poder regional) para mover e impulsar a la gente a hacer lo que uno desea, en este punto Santos queda como lo han calificado en varios medios escritos: sedicioso.

Por el otro lado de la moneda, o la otra cara de Jano. Podemos ver a un sujeto (Santos) que no provoca al pueblo y genera un clima de rebelión; vemos a una persona que provoca al gobierno, quiere que el presidente pise el palito de la provocación y lo mande a arrestar (igual que al alcalde de Espinar) para que Santos quede como un héroe, como un mártir de "la democracia" y para que sus seguidores cumplan con mayor fuerza sus designios. Muy similar a lo que quería hacer el "Presidente Gonzalo" (léase, dinamitar al Estado, capturar el poder político por la fuerza) o lo que hizo Fujimori (léase, establecer un gobierno de emergencia y reconstrucción  nacional ante la incompetencia de las autoridades actuales), se tome cualquier camino, la caída a un precipicio es seguro. 

¿Tanta puede ser la sed de poder político que no pueden esperar al 2016?, ¿en que medida ejerce control este individuo (Santos) para que gane tanta aceptación? Las respuestas son las mismas que se dieron en el caso de Sendero Luminoso y la dictadura fujimontesisnista: la ineficiencia del Estado. 

Y los congresistas que ya renunciaron, acaso no brindaban su apoyo a muerte a Humala, hace poco más de 1 año?, Cuando el barco se hunde...las ratas saltan primero, dice el dicho; parece ser cierto.

De yapa un jalón de orejas al presidente Humala, algo debe estar haciendo mal para que pase lo que esta pasando.

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