25 de febrero de 2014

LOS JUEGOS DEL PODER

Repasaba nuevamente la primera temporada de la serie "House of Cards", protagonizada por el ganador del Óscar Kevin Spacey y Robin Wright. La serie narra la forma en que el congresista estadounidense Francis Underwood (Spacey) y su esposa Claire (Wrignt) no se detienen ante nada para lograr sus propósitos. La historia de este drama político se adentra en un mundo repleto de avaricia, sexo y corrupción en la ciudad de Washington; bien, como decía, repasaba dicha serie cuando se produce una agitada semana política en el Perú: luego de las declaraciones del (en ese entonces) primer ministro César Villanueva, acerca de la intención del gobierno de ver el tema del sueldo mínimo, sale la primera dama de la nación, Nadine Heredia, a corregir las expresiones del premier y a los dos días el ministro de economía, Luis Castilla, declara  a favor de la primera dama, y afirma que el tema del sueldo mínimo "no esta en la agenda del ejecutivo".
Ante tamaña desautorización y falta de respeto a la investidura y a la institucionalidad que representa el Presidente del Consejo de Ministros, Villanueva no tuvo otra opción que presentar su renuncia irrevocable a dicho puesto, la misma que fue aceptada por el presidente Humala.

Tales acontecimientos (la renuncia de Villanueva y repasar la serie House of cards) no pudieron suceder en un momento más oportuno; viendo la serie (que sucede en el ámbito de la política norteamericana) me pregunto si la salida de Villanueva no pudo haber sido planeada de la misma forma como Underwood planea sus jugadas políticas en Washington: la política tal como es, sin amigos, ni compromisos; la lucha por el poder es el centro de la política.

La llegada de un personaje tan exitoso (políticamente hablando) como Villanueva generó grandes expectativas entre la población, Villanueva había sido presidente del Gobierno Regional de San Martín y en su gestión había erradicado las plantaciones de coca, sin ministros de economía", como le dijo en una entrevista horas después de su renuncia; sin embargo, desde un inicio se vio con las manos atadas al no poder realizar los cambios ministeriales que deseaba por las presiones económicas y políticas y al no poder poner su propia agenda al ejecutivo, por las injerencias dadas a conocer por él mismo, de la primera dama Nadine Heredia y el poder de "reyezuelo" en el ejecutivo de Luis Miguel Castilla, lo que confirma lo que Sinesio López planteaba hace unos años acerca de la "captura del poder político por los grupos económicos".

Los "cambios" ministeriales no fueron los esperados, ya que Castilla, principal responsable de la caída de Villanueva, se mantiene como ministro de Economía y su expresión al momento de juramentar (una mezcla de arrogancia y seguridad) nos indica que podría estar mucho tiempo más en dicho ministerio. El nuevo premier, René Cornejo, tiene una tarea muy complicada, si la desea o quiere aceptar, que es dirigir él el Consejo de ministros y que sus ministros le sean leales, sin embargo creo que esa no será la situación ya que él mismo es un incondicional de Heredia y de Castilla. 

A todo esto el presidente, no ha salido a decir nada, como de costumbre, y Villanueva ha demostrado sus calidades como político al no asistir a la ceremonia de juramenmtación de su sucesor y mostrar una sonrisa y abrazo hipócritas a los responsables de su salida. Al fin de cuentas César Villanueva fue ese "mártir que ansía más que nada una espada sobre la que caer. Así que afilas la hoja, la sostienes en el ángulo correcto, y luego tres, dos, uno..."

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