10 de julio de 2010

LA EXPLOTACIÓN PREPROFESIONAL


Hasta hace poco tiempo, que me encontraba en las aulas universitarias, dentro de la programación curricular estábamos obligados, los aspirantes a Sociólogos, a llevar la asignatura de Prácticas Preprofesionales; las mismas que deben ser realizadas en alguna institución pública o privada (municipios, gobierno regional, ONGs, etc).

Para algunos compañeros y amigos míos fue un éxodo el conseguir mentado centro de prácticas; mientras que para otros pocos nos fue fácil el esperar una llamada convocándonos a ser parte de una que otra institución.

El objetivo de las prácticas preprofesionales es ir insertando al joven universitario al mundo laboral, y de esta manera conjugar el amplio bagaje conceptual y teórico de nuestra profesión con la práctica en campo.

Si bien es cierto que en algunos raros casos, dichas prácticas fueron remuneradas; en otros de mayor número ni para los pasajes les dieron.

Para los futuros practicantes supongo que debe ser un poco difícil ingresar en este nuevo mundo (mitad estudio y mitad trabajo), y encima no remunerado, pero hubo, aunque muchos no lo sabían, y existe una ley: "Ley de modalidades formativas laborales", la misma que aunque ustedes no crean da ciertos derechos a los practicantes y otorga ciertas obligaciones a las instituciones o empresas que los acogen. Entre las mas importantes podemos citar:

  1. El practicante preprofesional no debe trabajar más de 30 horas a la semana.

  2. El practicante preprofesional debe tener vacaciones anuales de 15 días.

  3. El practicante preprofesional debe contar con un seguro de salud.

  4. Y, tal vez lo que les interesa a todos y que casi ninguna institución o empresa cumple, el practicante preprofesional debe recibir una remuneración igual o superior al sueldo mínimo (S/. 550.00).
Pero una cosa es lo que dice el papel y tora muy distinta lo que podemos ver en la realidad. La mayoría de instituciones o empresas (tanto públicas o privadas) incumple, solo para poner un ejemplo, lo referente a la cantidad de horas de trabajo, de esta manera se intenta olvidar la finalidad de las prácticas preprofesionales: preparar al universitario para ingresar al mercado laboral, pero la misma ley prioriza los estudios de los jóvenes, por eso el máximo de 30 horas semanales. Y si nos ponemos a hablar del aspecto económico, sería desastroso.
Finalmente, queda en cada practicante aceptar las condiciones de su centro de prácticas, el mismo que le hace creer al joven universitario que le hace un favor al recibirlo; cuando de lo que realmente se trata es de una explotación por el simple hecho de ser practicantes. Recuerden que abusan de uno hasta donde uno mismo lo permite.

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