11 de enero de 2014

EL REAL ROSTRO DE LA POLÍTICA

Maurice Duverger, en su célebre obra "Introducción a la política" nos hace una comparación; nos dice que la política es como el dios Jano de las dos caras: "por un lado (la política) es una lucha, una contienda; y por el otro lado, la política es un esfuerzo para hacer reinar el orden y la justicia". Quienes creen, ingenuamente, que la política es comunicación, consenso, respeto a los acuerdos, y todo eso que se supone debería garantizar el "orden y la justicia" (en términos actuales, la gobernabilidad), están muy equivocados; la política es lucha, es confrontación por capturar, mantener y perpetuar el poder político, y nuestros políticos locales lo han demostrado esta semana.

Se supone que al inicio de la gestión actual regional, del Dr. Juan Manuel Guillén, se realizó un "pacto" entre todos los consejeros regionales (8) por medio del cual se acordaba que la presidencia del Consejo Regional rotaría en base a los partidos políticos ganadores: en el año 2011 le correspondía a Arequipa Renace, en el 2012 a Arequipa Tradición y Futuro (partido de Guillén), en el 2013 a Fuerza Democrática y en el 2014 a Somos Perú; todos los consejeros estuvieron de acuerdo y avalaron dicho pacto. En ese momento la política arequipeña parecía la segunda cara de Jano: nuestros consejeros buscaban la paz, orden y gobernabilidad regional.

Sin embargo, el día de la elección del consejero de Somos Perú (Hernán Gutiérrez), la moneda se dió vuelta y se mostró la otra carea de Jano, el real rostro de la política: la lucha por el poder. Cuando llegó el momento de las propuestas, la consejera de Condesuyos, Soledad Fernández, propuso a la consejera de Camaná, Yamila Osorio (del partido Arequipa, Tradición y Futuro del actual Presidente Guillén) bajo criterios de "productividad y género" para que sea la nueva Presidenta del Consejo Regional, "olvidando" el acuerdo asumido por todos al inicio de la actual gestión regional. Obviamente los reclamos no se hicieron esperar, sin embargo todo estaba consumado y la elección, que no fue ilegal, pero si falta de ética y principios morales, se efectuó.

Escribo sobre este caso, ya que se vocea que la consejera Osorio podría ser la carta bajo la manga de Guillén cuando éste decida oficialmente (porque hasta la fecha no le creo nada) no ir a una tercera elección regional. Osorio ha demostrado, en los años anteriores, un actuar político muy consecuente con sus principios; sin embargo esta elección, deja mucho que desear de una política que aspira a llegar a ser Presidenta Regional o Congresista (según declaraciones a un medio local) y que se jacta de ser la cara joven y esperanzadora de la política arequipeña. Si no tiene la honorabilidad necesaria para respetar una cuerda, del cual ella misma formó parte, ¿cómo confiarle nuestra Región? Al parecer el verdadero rostro de la política la enamoró a primera vista.

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