Este año que se nos está acabando se han celebrado algunas efemérides académicas; tal vez la más importante fue la celebración de los 500 años de publicación de la obra más importante de ciencia política, me refiero a "El Príncipe" del florentino Nicolás Maquiavelo.
Esta es la primera de tres entradas que publicaré, antes de que acabe el año, como un pequeño homenaje a una obra y a un hombre importantes.
1. LA POLÍTICA EN MAQUIAVELO
El contexto histórico en el que Nicolás Maquiavelo desarrolla sus principales ideas políticas es el Renacimiento. Las profundas transformaciones económicas, sociales y políticas de los siglos XII y XIII fueron las causas principales de los grandes cambios culturales de la época y que marcaron el devenir de la historia de la humanidad. El Humanismo y el Renacimiento representaron una verdadera revolución cultural por medio de la cual se cambiaron las antiguas concepciones artísticas y científicas para adecuarlas, de una manera más eficaz, a una nueva concepción del mundo.
Es en este marco histórico “intermedio” en que nuestro autor plantea sus principales ideas políticas, afirmando que la política es ante todo dominación, que los métodos para obtener y para mantener el poder de dominar (poder político) se basan en la economía de la violencia, como el propio autor florentino decía: “Porque las ofensas deben inferirse de una sola vez para que, durando menos, hieran menos; mientras que los beneficios deben proporcionarse poco a poco, a fin de que se saboreen mejor” (Maquiavelo, 2008: 24). Es decir, que hay que saber cómo y cuándo es necesario ser cruel (“hacer el mal”) y una vez realizada esta mala acción, el príncipe debe aparentar bondad para evitar ser visto como un tirano y evitar generar el odio dentro de la población. También nos dice (o recuerda) que hacer política poco o nada tiene que ver con el interés general, pero si tiene mucho que ver con la decisión de a quién se piensa beneficiar y, consecuentemente con lo anterior, a quién se piensa perjudicar.
En esa disposición de tomar o no decisiones políticas, es obligatorio hacer lo necesario para cumplirlo; es necesario platear la estrategia, la práctica, las técnicas e instrumentos para que dicha decisión no encuentre resistencias y nos sea favorable. Al respecto Maquiavelo escribía: “Trate, pues, un príncipe de vencer y conservar el Estado, que los medios siempre serán honorables y loados por todos; porque el vulgo se deja engañar por la apariencias y por el éxito” (Maquiavelo, 2008: 46).
Esto es la política y no las declaraciones, hipócritas, de principios orientados a ocultar lo que se hace detrás de lo que se dice. Este es, en mi opinión el gran mérito y aporte de Maquiavelo a la teoría política y por esto es reconocido como el “Padre de la Política Moderna”; en la obra de Maquiavelo se afirma el principio de la autonomía del quehacer político respecto de otras disciplinas (en especial de la moral y la teología). De esta forma, Maquiavelo “liberó” el pensamiento político del dominio de la Iglesia Católica; para él, la política es acción y poder, y debe ser expresada y orientada por criterios eminentemente políticos, sin preocupaciones de otra índole, moral o religiosa.
Finalmente, debo mencionar que lo escrito por Maquiavelo, respecto de la política, no era necesariamente lo que él creía, pero si era lo que él observaba; es decir, Maquiavelo no estaba de acuerdo con muchas acciones de algunos gobernantes de su época; sin embargo el mérito de su obra fue de describir, tal como se daba en la realidad, el acceso y conservación del poder político.
REFERENCIAS:
2008 El Príncipe. México: Porrúa.
No hay comentarios:
Publicar un comentario