Son cuatro las dimensiones que Guillermo O’Donnell (O'Donnell, Contrapuntos. Ensayos escogidos sobre autoritarismo y democratización, 1997) nos presenta: en primer lugar tenemos a la burocracia, y no extraña que sea la primera ya que es la maquinaria estatal más importante que le da la movilidad al sector público y es la encargada de cumplir las funciones fundamentales para lograr el bienestar común; en segundo lugar tenemos al ordenamiento jurídico o sistema legal, es decir, el conjunto de reglas de juego por medio de las cuales se mantiene el Estado de derecho, lo que garantiza la seguridad y el orden público; en tercer lugar tenemos la identidad colectiva, referida al reconocimiento de “nosotros” como parte de “algo” mucho más grande e importante y por lo tanto colocar los intereses de la colectividad por encima de los intereses individuales; finalmente el autor nos habla del filtro, que es la forma en la que vemos a los que no son parte de nuestra colectividad (Estado) y cómo nos relacionamos con ellos (muy importante en términos de las Relaciones Internacionales).
Pero, en mi opinión, el autor argentino obvia dos dimensiones importantes y que creo necesario mencionarlas. Ambas dimensiones podrían influir en gran medida en el desarrollo y progreso de un Estado. En primer lugar considero de suma importancia el elemento físico, me refiero al territorio, al espacio geográfico en donde un Estado determinado se desarrolla, ya que como lo menciona Maurice Duverger, citando a Napoleón: “La política de los Estados se halla condicionada por su geografía” (Duverger, 1970, pág. 63). No podemos, en este momento olvidar los aporte de los clásicos de la teoría política[1], ya que “han conocido y puesto en relieve, en todos los tiempos, la gran importancia que tienen los hechos geográficos para la vida estatal” (Heller, 2010, pág. 186). Son muy elocuentes los ejemplos que pone Duverger, pero también podríamos mirar a América latina y ubicar mejores casos, ¿acaso no es un factor de atraso para Bolivia el hecho de no tener salida al mar?, ¿acaso la agreste geografía del Perú, con su hermosa pero molesta cordillera de los Andes, no ha impedido que el estado llegue a más zonas? Bueno pues creo que este es una dimensión importantes a tener en cuenta. La segunda dimensión que O’Donnell menciona en su definición de Estado (O'Donnell, 2004), pero que no la incorpora como algo obligatorio, es la referida a la capacidad coercitiva del Estado, la quinta dimensión del estado sería la detentación del poder político, la capacidad coercitiva del Estado para obligar, de una u otra manera, a la población a realizar determinadas actividades, tanto por medio del consenso como haciendo uso de la violencia (monopolio legítimo de la fuerza), un ejemplo del primer caso serían las leyes que se debaten y se aprueban en el Congreso, las mismas que se elaboran en base a la discusión, al debate y al consenso y que modifican el comportamiento de la gente en cuanto se promulgan y entran en vigencia; un ejemplo del segundo caso se da cuando la población no quiere acatar las leyes y es necesario imponer la fuerza; de una u otra manera el Estado hace uso de su poder para mantener el orden y la seguridad.
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