Hace un día publiqué en el muro de mi cuenta de Facebook un comentario referido a la renuncia de los ministros Lozada y Otárola. Debo seguir dicho debate, ¿CADA VEZ QUE UN PACIENTE MUERA EN UN HOSPITAL O QUE UN MÉDICO COMETA NEGLIGENCIA MÉDICA, O UN MAESTRO ABUSE DE UN NIÑO, O SEA ASALTADO UN TURISTA O SE CAIGA UN PUENTE O UNA CASA, ETC....¿DEBEMOS "DESPEDIR" A LOS MINISTROS DE SALUD, EDUCACIÓN, TURISMO, CONSTRUCCIÓN, ETC????
Se ha cumplido y se ha conseguido las expectativas de los medios de comunicación y de la oposición que pedían a gritos las renuncias arriba mencionadas; se dice que dieron un paso al costado. Pienso que no fue así, se ha dado un paso atrás en temas de seguridad, defensa y sobre todo de gobernabilidad, volvemos a dar la imagen de un país inestable políticamente que, ante algún error u omisión de la cual no son responsables directos dichos ministros, se les bota cual empleados ineptos o como si hubieran cometido algún crimen. No los defiendo a ellos, ya que ni los conozco, defiendo a todos aquellos que renunciaron por problemas de los cuales no son responsables y sobre los cuales no tienen el control directo como para poder pedir sus cabezas. ¿Cuánto durarán los próximos ministros? ¿Hasta que muere un policía, un militar o haya otra emboscada? Cómo nos cuesta tener clara la idea de democracia y gobernabilidad y cómo nos cuesta dejar la herencia colonial, por la cual los virreyes eran echados de sus cargos ante los chismes que corrían a los oídos de los reyes en la metrópoli.
Aunque parezca aburrido, hay que repetirlo, lo que necesitamos es un clima de estabilidad política que no se la da este tipo de actos, nuevamente se demuestra la falta de autoridad política del primer ministro y peor aún, del presidente Humala; esperemos que cuando regrese de su "gira promocional" pueda poner el orden necesario y que no se deje influenciar por ciertos medios de comunicación y por sus (malos) asesores.
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